Cómo superar la dependencia emocional en la pareja

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francisco-carabantes

Superar la dependencia emocional en la pareja requiere de un proceso de cambio personal, no es algo sencillo ni que ocurra de forma rápida. Esto se debe a que, la dependencia emocional en la pareja está ligada a patrones psicológicos-afectivos que se arrastran desde la infancia o principio de la adolescencia. Por lo que estos suelen estar muy arraigados y ser inconscientes en la persona.

No es tan sencillo como “tomarse una pastilla” y esperar que la dependencia desaparezca, se trata de un proceso más profundo y constante. Puedes profundizar más en esto en el artículo sobre qué es la dependencia emocional en la pareja.

Por lo que, en este artículo vamos a ver algunas claves principales para comenzar a superar la dependencia emocional, teniendo en cuenta que puede ser necesaria la ayuda de un profesional.

Claves para comenzar a superar la dependencia emocional

Lo que es clave o fundamental para comenzar a superar la dependencia emocional, al igual que muchas otras cosas, siempre se encuentra en la persona antes que en el entorno o en los demás. A continuación, encontrarás claves que hacen referencia a ello.

Toma de conciencia

Lo primero que tiene que ocurrir es la toma de conciencia, es decir, poder reconocer o darse cuenta de que existe una dependencia. Y para que eso ocurra o se facilite es necesario ser consciente de los síntomas y características que acompañan a esa dependencia emocional.

Muchas veces las personas no somos conscientes de la manera en la que vemos o nos planteamos las cosas, entonces, una manera de reconocer aquello es mediante los hechos. Es decir, depender emocionalmente de la pareja, estar constantemente “necesitándola” no es normal. Que existan constantes conflictos en la relación o que estos se vayan agudizando no es normal, no es lo adecuado y no es sano para ninguno de los dos. Dejar pasar esto, no darle importancia o creer que es normal, es ser inconsciente, es mantenerse en la inconsciencia y no reconocer que existe un problema que, muy probablemente va a ir en aumento.

Una vez que se es consciente de que existe una situación de dependencia emocional hacia la pareja es necesario acompañar esa toma de conciencia con ciertas decisiones y acciones.

Cortar el apego/dependencia

Según el grado de dependencia o de dificultad de la persona para superar esa dependencia (apego o adicción) podrá hacerlo por sí sola o necesitará ayuda. Por lo general, cuando hablamos de dependencia emocional esta es algo recurrente en la persona y que arrastra desde su infancia o adolescencia. Y este es uno de los factores que la vuelve recurrente y difícil de superar.

Cortar el apego o la dependencia consiste en terminar el vínculo con el otro, o, si el otro ha decidido terminar la relación es necesario aceptarlo. De esta manera, no se sigue agudizando esa dependencia.

Una clave importante para comenzar a superar la dependencia emocional es terminar esa relación, ya que se ha vuelto poco sana, y eso mantiene la dependencia. A menos que, si en la relación ambos han tomado real consciencia de que existe un problema y que es necesario resolverlo, entonces, pueden en conjunto ponerse en marcha para superar la dependencia emocional.

Reconocer las consecuencias de la dependencia emocional

Toma nota, literalmente, de las consecuencias que está teniendo esa dependencia hacia tu pareja (o ex pareja). Ser consciente de las consecuencias que trae a tu vida y a tu estado emocional dicha dependencia te permite ampliar tu punto de vista de las cosas.

Reflexiona si lo que viviste o vives en tu relación es lo que realmente quieres, lo que deseas que esté presente en tu relación o próxima relación. Reflexiona sobre los resultados o las consecuencias que ha traído la relación a tu vida ¿Relacionarte desde ese apego ansioso o desde ese miedo al abandono realmente te aporta algo, te hace bien?

Pregúntate si: ¿Esa forma de relacionarte o de llevar la relación te hace una persona más tranquila, más equilibrada, que puede desarrollarse en otros aspectos o áreas?

Potenciar la madurez emocional

La madurez emocional pasa por:

Tener un mayor umbral ante el dolor

El no poder soportar el dolor o el sufrimiento nos vuelve muy dependientes de lo que ocurre, es decir, nuestro bienestar depende demasiado de lo que ocurre en el entorno. Por lo que, poder aceptar las circunstancias dolorosas y no dejarnos llevar por ellas nos permite aumentar ese umbral ante el dolor.

Experimentar las emociones de forma equilibrada sin exagerarlas

Una cosa es sentir las emociones y los sentimientos y otra muy distinta es exagerar y distorsionar aquello que sentimos. Recrearnos en la negatividad y el sufrimiento no nos permite tener mayor madurez emocional. Un sentir equilibrado y objetivo de las emociones fomenta una mayor inteligencia emocional, ya que no exageramos las cosas sino que las vemos con mayor objetividad y equilibrio. En el artículo qué es la inteligencia emocional podrás conocer más al respecto.

Tener mayor tolerancia a la frustración

Aprender a tolerar que las cosas no son como nosotros queremos sino simplemente como ocurren nos aporta no solo mayor tolerancia a la frustración sino mayor madurez e independencia emocional.

Resolver los problemas y no solo las emociones que provoca

Resolver el problema en cuestión más que solo resolver o paliar el malestar que se siente nos aporta una mayor madurez emocional. Por el contrario, resolver solo el malestar mantiene los problemas porque quedan sin solución.

Introspección

La capacidad de poder mirar hacia dentro, poner atención y no dejar pasar lo que ocurre en tu interior permite desarrollar una mayor madurez emocional. Y con esto también se comienza a superar la dependencia emocional.

Aceptación de las circunstancias

Aceptar que las cosas pueden cambiar en cualquier momento, así como las relaciones, nos permite disfrutar más de ellas, porque nos movemos más desde la aceptación y no desde el miedo o el temor al cambio o a la pérdida.

Gestión emocional

Aprender a gestionar lo que sentimos de una forma cada vez más equilibrada, centrada o calmada nos evita caer en la impulsividad, en la irreflexión. Entonces, si podemos gestionar adecuadamente lo que sentimos podemos relacionarnos de una forma equilibrada y evitar apegos o dependencias.

Fortalecer autoestima

Fortalecer la autoestima nos permite no solo tener mayor madurez emocional sino también superar la dependencia emocional. Cambiar la percepción que se tiene de sí mismo es un aspecto importante, ya que es lo que, en gran medida, ha llevado a esa dependencia emocional.

Fortalecer la autoestima consiste, esencialmente, en dejar de alimentar ese diálogo interior negativo, crítico y pesimista hacia sí mismo.

Círculo social

Esto tiene que ver con retomar el contacto con personas a las que se había dejado en segundo lugar producto de estar demasiado centrado en la pareja. Y por otro lado, tiene que ver con ampliar el círculo social y no restringido en función de la pareja.

Otra clave para poder superar la dependencia emocional consiste en mantener el contacto con tu círculo social, y a su vez, relacionarte con personas que aporten a tu bienestar. Esto es importante porque, producto de la dependencia emocional las personas, inconscientemente, tienden a buscar parejas que fomentan esos patrones de apego o dependencia.

Ayuda profesional

En la mayoría de los casos las personas no son conscientes de que han desarrollado una dependencia emocional hacia su pareja, porque es algo tan habitual que lo ven como normal. Para ellas relacionarse de esa manera, tener ese tipo de relaciones no es extraño, por lo que, consideran que el sufrimiento o los conflictos que tienen son algo “propio” de las relaciones de pareja.

Es por esto que, una clave importante para superar la dependencia emocional está en buscar ayuda profesional. La ayuda de amigos o de la familia es un pilar importante, pero muchas veces se hace necesaria la ayuda de alguien externo y profesional en el tema. La ayuda de un terapeuta o psicólogo puede llegar a ser muy importante, sobre todo, cuando la dependencia emocional está muy arraigada en la persona, afectándole su bienestar y diario vivir.


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