Qué es la dependencia emocional en la pareja – Causas y características

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La dependencia emocional es un patrón psicológico que desarrolla una persona inconscientemente, es decir un patrón de creencias, emociones y conductas que se terminan volviendo un rasgo de su personalidad. Este patrón psicológico está muy relacionado a la afectividad y tiene como característica principal la necesidad excesiva de afecto.

Actualmente no existe una “definición oficial” al respecto, ya que es un fenómeno psicológico mayormente presente en las consultas psicológicas. Y las teorías elaboradas al respecto han surgido de esta práctica terapéutica, pero todavía tiene poco sustento científico.

La dependencia emocional ha recibido diferentes denominaciones tanto en artículos académicos como en la literatura de autoayuda. Términos como: apego afectivo, adicción al amor, dependencia sentimental o dependencia afectiva hacen referencia a esa necesidad excesiva de afecto que se da principalmente en el ámbito de la pareja.

Aunque hay autores que establecen que la dependencia emocional debe ser considerada un trastorno de la personalidad, en estricto rigor no lo es. Esto porque no se ha incluido en los manuales de diagnóstico de los trastornos mentales (DSM-V o CIE-10) como un trastorno específico. Es por esto que, la dependencia emocional no puede ser catalogada en sí como una enfermedad o trastorno de salud mental.

Por otro lado, la dependencia emocional muchas veces puede ser transitoria y no necesariamente surgir con todas las parejas que tenga la persona en su vida. Sin embargo, si esta se agudiza puede terminar siendo recurrente y terminar en algún tipo de trastorno de apego.

Tipos de dependencia emocional

Viendo la dependencia emocional desde un punto de vista más amplio se pueden identificar tres grandes tipos de dependencia en las personas.

1. Dependencia instrumental: la persona adopta el rol de necesitado y demanda cuidado, orientación y protección.

2. Dependencia afectiva: la persona también adopta un rol de necesitado, pero demanda más bien afecto, atención y valoración por parte del otro.

3. Codependencia: la persona tiende a desarrollar un rol de dador, ayudador o salvador del otro. Es decir, genera dependencia volviéndose imprescindible para los demás.

En este sentido, en base al trabajo terapéutico se han identificado dos perfiles distintos de dependencia emocional. Un primer perfil se caracteriza por:

  • Una marcada desvalorización
  • Un concepto negativo de sí mismo
  • Sensación de poca valía que lleva a una baja autoestima
  • Rol de necesitado o demandante
  • Idealización de la pareja, búsqueda de apoyo y seguridad en ella
  • Experimentación de intensa ansiedad por separación o miedo a estar sola
  • Tendencia a la sumisión, aceptando desprecio, humillación y maltratos

Y el segundo perfil de dependencia emocional se caracteriza por:

  • Baja autoestima
  • Elevado concepto de sí mismo (“Soy bueno y generoso”)
  • Rol de dador, ayudador o salvador (patrón altruista)
  • Necesidad de volverse indispensable para el otro (generalmente la pareja)
  • Necesidad de hacerse cargo de los demás

Para diferenciar estos dos tipos de dependencia emocional se estableció el término dependiente afectivo, para hacer referencia al dependiente emocional de tipo necesitado/demandante. Y, se estableció el término codependiente para hacer referencia al dependiente emocional de tipo dador/ayudador/salvador.

Causas de la dependencia emocional

En las causas de la dependencia emocional sin duda que influyen los vínculos más primarios de la persona en su infancia, como los padres y el círculo social más cercano. Aunque el origen de una dependencia emocional no tiene porque estar necesariamente en la infancia, si es cierto que esa dependencia es algo que la persona suele venir arrastrando de otras etapas.

Durante la infancia la persona pudo haber tenido carencias que no le permitieron desarrollar bien su autoestima, independencia y autonomía para establecer relaciones equilibradas, lo cual generó algún tipo de apego. Dicho apego al no ser superado provoca el desarrollo de patrones de pensamiento, emociones y conductas que la persona de forma inconsciente suele agudizar en su etapa adulta. Puedes profundizar más en el artículo sobre el desarrollo emocional en la infancia, donde podrás conocer la importancia de este.

En este sentido, las causas principales que provocan una dependencia emocional son:

Carencia afectiva

Es muy probable que no se hayan cubierto las necesidades afectivas en la infancia y/o en la adolescencia. O, dichas necesidades efectivas no fueron satisfechas de una forma adecuada o equilibrada, generando carencias afectivas en la persona que luego busca encontrar en otros. Aquí podrás conocer todo sobre la importancia del desarrollo emocional en la adolescencia y los factores que influyen en este.

Baja autoestima

Depender de algo o de alguien siempre está relacionado con la percepción que se tiene de sí mismo. Una mirada negativa, pesimista, crítica lleva de una u otra forma a los miedos e inseguridades, los cuales afectan la relación que se tiene con los demás.

Uno de los aspectos de la baja autoestima es la inseguridad producto de una desvalorización de sí mismo, lo cual genera dependencia, ya que si la persona no se valoriza a sí misma, buscará esa valorización en los demás.

Percepción distorsionada de la relación

Otra causa significativa de la dependencia emocional es que la persona a la vez que desarrolla una percepción distorsionada de sí misma también desarrolla una percepción distorsionada de cómo tiene que ser una relación de pareja. Por lo que, no establece relaciones equilibradas y sanas, sino relaciones que caen fácilmente en desequilibrios y que se tornan poco sanas.

Estos tres aspectos están muy asociados a la dependencia emocional, y a su vez están muy relacionados entre sí, uno incide en el otro y viceversa. Por lo que, no existe algo así como una “única causa”, sino más bien factores externos y propios de la persona que se van desarrollando y que convergen en una dependencia emocional.

Síntomas de dependencia emocional

Es importante mencionar que la dependencia emocional no está bien estudiada ni fundamentada científicamente. Tampoco está definida como una enfermedad o trastorno específico, y se asocia a variados síntomas, por lo que se hace más difícil su diagnóstico. Sin embargo, podemos destacar los siguientes síntomas.

Miedo excesivo a la pérdida

Un síntoma de dependencia emocional es el miedo a perder a la pareja o terminar la relación. Debido a esta dependencia la persona ni se plantea la vida sin el otro y menos terminar la relación, por lo que hace lo posible por mantenerla.

Miedo a la soledad

Ese miedo excesivo a la pérdida viene acompañado por un miedo a la soledad. Esto es debido a que al estar sola tiene que poner la atención y hacerse cargo de sí misma, lo cual le es difícil debido a la carencia afectiva y a la poca independencia y autonomía que posee.

Excesiva necesidad de agradar o complacer

Debido a los temores de pérdida, abandono o soledad una de las estrategias de la persona es la complacencia excesiva y la sumisión. Lo que suele creer la persona es que, al complacer, agradar o asumir sin quejarse a las necesidades de la pareja esta no la abandonará y se evitarán los conflictos. Sin embargo, lo que suele provocar este tipo de cosas es más conflictos.

Descuido de sí mismo

La excesiva necesidad de complacer a la pareja lleva a la persona a descuidar su propio bienestar, psicológico y emocional. La persona poco a poco va perdiendo su individualidad y el cuidado de sí misma debido a una “renuncia” inconsciente de otros aspectos de su vida en favor de la relación. De una u otra manera, esa dependencia emocional lleva a la persona a considerar más importante lo que gira en torno a su pareja, y la atención a sí misma y a otros aspectos de su vida es mínima.

Obsesión por la pareja

Ese centrarse en la pareja y dedicar todo el tiempo y energía al otro suele generar en la persona una obsesión por su pareja. Esto se puede transformar en un impulso casi incontrolable en el que la persona dependiente genera una fijación y necesidad excesiva por estar en contacto con su pareja.

Idealización de la pareja

Otro síntoma de dependencia emocional es una gran idealización de la pareja que no permite a la persona ver al otro de una forma adecuada o equilibrada, sino desmedida. La persona no se plantea la relación desde una igualdad sino desde una superioridad por parte del otro, y así es como se comporta. Es decir, la persona crea una imagen del otro en la que lo sobrevalora y ella se infravalora, al punto en que puede llegar a una veneración hacia el otro.

Dificultad para tomar decisiones

Otro síntoma que nos indica la presencia de una dependencia emocional es la dificultad para tomar decisiones e incluso, el no tomarlas y delegarlas a la pareja. Esto puede ser por varios motivos, pero siempre hay de fondo un grado de inseguridad o falta de confianza en la persona, sobre todo, si sus decisiones no concuerdan las de su pareja.

Relación “simbiótica”

A la persona le es difícil relacionarse de una forma madura, independiente y autónoma, y puede establecer vínculos en los que se da una relación de padre/madre y de hijo con su pareja.

Ansiedad o síndrome de abstinencia

El tener que separarse o terminar la relación genera una gran ansiedad en la persona que no suele controlar, por lo que puede experimentar el síndrome de abstinencia donde este disminuye al saber de la ex pareja o al tener contacto con ella. Es decir, la persona con una dependencia emocional puede incluso haber terminado una relación y aun así intentar mantener el contacto con la ex pareja.

Sentimiento de vacío

Otro síntoma que suele estar presente en la dependencia emocional es una sensación de vacío o desesperanza. Es decir, la persona se siente vacía si no está con el otro o si no tiene una relación de pareja.

Es importante mencionar que la dependencia emocional afecta tanto a hombres como a mujeres y esta es variable.

Características de personas con dependencia emocional

A continuación, encontrarás las principales características de las personas emocionalmente dependientes.

Se muestran indecisos e inseguros: Suelen tener poca confianza en su propio juicio y en sus capacidades.

Suelen soportar maltrato físico o psicológico: No solo suelen soportar este tipo de actitudes por parte de la pareja sino también justificarlas.

Suelen tener relaciones poco sanas: Eligen parejas narcisistas, manipuladoras y poco empáticas. Tienden a asumir un rol inferior en la relación.

Estado de ánimo cambiante: Suelen tener un estado emocional inestable, sus emociones y sentimientos están condicionados por la relación. La persona puede experimentar constantes preocupaciones, sentimientos de culpa, ansiedad e incluso llegar a un trastorno como la depresión.

Fácilmente manipulables por la pareja: Debido a una baja autoestima la persona suele ser fácilmente influenciable y manipulable por su pareja tanto emocional como psicológicamente.

La pareja es prioridad: A todo suelen anteponerle la pareja. La persona puede priorizar a su pareja ante sus familiares, amigos u obligaciones.

Involucran a la pareja en todo: Suelen tener dificultades para hacer cosas por sí solas o iniciar cosas por su propia cuenta, y si lo hacen, necesitan el apoyo y la aprobación constante de la pareja.

Autoanulación: Las personas dependientes emocionalmente tienden a dedicar sus pensamientos, su tiempo y energías a la relación, descuidando otros aspectos. Debido a esto suelen “anularse” a sí mismas y dejar en segundo lugar sus necesidades.

Tienden al aislamiento social: Otra característica es que la persona tiende a aislarse del resto. Debido a que vuelve la relación el centro de su atención, comienza a aislarse de su círculo social.

Contacto continuo: Las personas con una dependencia emocional tienden a tener una necesidad excesiva por estar en contacto con la pareja: saber qué hace, donde está, etcétera. Tienen la necesidad de pasar el mayor tiempo posible con la pareja.

Por supuesto, la persona no está condenada a sufrir este tipo de dependencia toda su vida, la puede resolver o superar siendo consciente y constante. Puedes conocer más al respecto leyendo el artículo sobre cómo solucionar la dependencia emocional en la pareja.

Características de parejas con dependencia emocional

Las personas con dependencia emocional suelen presentar un cierto patrón al elegir a sus parejas. Este perfil de pareja que eligen tiene las siguientes características.

Autoestima elevada: La pareja de una persona con dependencia emocional no suele tener una autoestima equilibrada, sino más bien “inflada”. Es decir, se sobrevalora a sí mismo, tiende al egocentrismo, la soberbia o la arrogancia.

Rol dominante: Por lo general, tienden a adoptar un rol de superioridad ante la persona con dependencia emocional, por lo que, suele mostrarse hostil y despectivo hacia el otro.

Poca afectividad: Otra característica del tipo de pareja que suele elegir una persona con dependencia emocional es que sus parejas tienden a mostrarse frías, distantes y con poco interés hacia ella, e incluso, muestran cierto menosprecio.

Habilidades sociales: Las parejas de las personas con dependencia emocional también suelen tener cierto encanto, sentido del humor y facilidad para relacionarse con otros.

Es importante mencionar que, no es necesario que tengan que darse siempre estas características en la pareja. Puede darse el caso también que la persona con dependencia emocional, producto de su percepción de las cosas y de sus comportamientos, fomente en el otro ese tipo de características mencionadas anteriormente.

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Etapas de una relación de pareja dependiente

Las etapas por las que suelen atravesar estas relaciones en las que existe un alto grado de dependencia emocional son las siguientes.

Inicio

En esta etapa la persona suele sentir gran alegría, entusiasmo e ilusión, creándose expectativas y un futuro junto al otro, incluso si apenas han conocido a la otra persona.

Sumisión

Etapa en la que idealizan a la pareja y comienzan a someterse a ella para mantener la relación y evitar la ruptura. Es en esta etapa en la que ya se hace presente el desequilibrio y la relación se desarrolla en roles de superior e inferior al otro.

Deterioro

En esta etapa los conflictos se agudizan y la relación se vuelve más desequilibrada. Suele surgir el maltrato físico o psicológico, lo que acentúa la baja autoestima de la persona dependiente emocional. Al mismo tiempo que aumenta su necesidad de afecto también lo hace el miedo a la soledad. Esto en gran parte es lo que dificulta el termino de la relación.

Ruptura

Cuando se produce la ruptura es por iniciativa de la pareja del dependiente. En esta etapa la persona dependiente intenta mantener la relación o volver a iniciarla a pesar de lo conflictiva que esta se ha vuelto.

En esta etapa suele ocurrir que la persona con dependencia emocional experimenta una gran ansiedad o el síndrome de abstinencia, y esto muchas veces es el motivo por el cual asisten a terapia.

Relaciones secundarias

En esta etapa la persona suele tener relaciones que son intrascendentes o no tienen mucha importancia para ella, son como un paliativo a su soledad. Esto puede durar hasta que encuentren a alguien que se adecúe a su perfil de pareja, descrito anteriormente. En estas relaciones no suelen observarse los mismos comportamientos que en la relación de dependencia.

Reinicio del ciclo

Cuando la persona dependiente encuentra a alguien que se ajuste a su perfil de pareja, podemos decir que el ciclo se vuelve a iniciar.

Por último, recordar que la dependencia emocional no es algo que esté muy definido o identificado, por lo que, lo mencionado anteriormente no es algo estricto, ya que esa dependencia puede variar de una persona a otra. Además, no necesariamente tiene que ser algo recurrente en cada relación, y esta se puede presentar en distintos grados.


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