Cómo tomar una decisión desde los valores personales

Por Francisco Carabantes

Aquí encontrarás

1 Ejercicio para tomar decisiones desde los valores

Saber cómo tomar una decisión desde los valores, es decir desde lo que para ti es verdaderamente importante, puede ser bastante difícil. Y esto se debe a que la mayoría de las veces no somos conscientes de nuestros valores o creemos que sabemos lo que es importante pero cuando reflexionamos nos damos cuenta de que no lo es.

Muchas veces la toma de decisiones se complica o se toman malas decisiones simplemente porque no hay claridad con respecto a lo que es realmente prioritario e importante para nosotros. Por lo que, es importante conocer la influencia que tienen los valores en la toma de decisiones.

Ejercicio para tomar decisiones desde los valores

A continuación, encontrarás un ejercicio sencillo para tomar mejores decisiones poniendo sobre la mesa tus valores personales. Así que, si necesitas tomar una decisión o no tienes claro qué decisión tomar, este ejercicio te ayudará a ir paso a paso definiendo la decisión más adecuada según tus valores.

1. Clarifica cuál es la decisión

Esta primera etapa consiste en concretar lo mayor posible cuál es la decisión que se quiere tomar. Si no lo sabes o estás un poco perdido/a puedes partir definiendo en qué ámbito o área de tu vida quieres tomar esa decisión. Por ejemplo, ¿es una decisión que está relacionada al ámbito laboral, de pareja o quizás es algo más personal?

Una vez que definas cuál es el ámbito o área de tu vida en el que quieres tomar esa decisión, concretas aún más, ¿específicamente en relación a qué quieres tomar una decisión? Es importante quitar las generalidades o ambigüedades y ser concreto y específico sobre cuál es la decisión real que se quiere tomar. Esto te va a aportar claridad y a su vez te permite abordar una cosa a la vez.

Plantearse las cosas como “no sé qué decisión tomar” o “no sé qué quiero hacer con mi vida” no es realmente útil. Pero, por ejemplo, “necesito decidir dónde voy a trabajar en los próximos meses” es algo mucho más concreto y útil para poder avanzar.

Te pongo un ejemplo para que te quede más claro.

Ejemplo

Una persona quiere cambiar de trabajo pero no lo hace por los riesgos que esto supone, por lo que, no sabe si dejar su trabajo o seguir en él.

Como puedes ver, la decisión de esta persona tiene que ver con su ámbito laboral. Y la decisión en concreto tiene que ver con decidir si seguir en el trabajo actual o cambiarse a otro.

Entonces, teniendo claro qué decisión se quiere tomar podemos pasar el siguiente paso.

2. Ten claro tus valores personales

La decisión la vas a tomar en base a tus valores, por lo que, es necesario tener claro cuáles son tus valores personales fundamentales en este momento de tu vida.

Si ya tienes claro tus valores personales continua con el siguiente paso, pero si no lo sabes, en el artículo cómo saber cuáles son mis valores podrás aprender a identificarlos.

Es importante que tengas claros tus valores sobre todo en relación al ámbito de tu vida que hayas elegido.

Siguiendo con el ejemplo anterior.

Ejemplo

En este caso el ámbito o área de la vida que involucra la decisión es el ámbito laboral. Entonces, la persona al definir sus valores personales se ha dado cuenta de que estos son:

La familia: en concreto que su familia tenga un buen sustento económico, educacional y de salud, y esto se lo aporta su trabajo actual.

Crecer profesionalmente: es decir, es importante para esta persona poder desarrollarse profesionalmente, ascender y tener mayores responsabilidades, y en su trabajo actual esto no le es posible.

Buenas relaciones: esto quiere decir que, para esta persona es importante tener una relación cercana con sus compañeros de trabajo. Y en su trabajo actual existe un ambiente muy competitivo.

Como puedes ver, ser consciente de esto permite aclarar mucho más la situación y facilita la toma de decisiones. Sigamos con el siguiente paso.

3. Encuentra nuevas opciones

En esta etapa es importante abrirse a encontrar opciones que permitan llevar a cabo la decisión.

Averigua de qué manera puedes llevar a cabo esa decisión o de qué manera se te facilitaría tomar esa decisión. Puedes hacer algo muy simple como una lista en la que escribes las distintas opciones o alternativas que se te ocurran.

Es importante aquí abrirse a todas las posibilidades sin detenerse mucho a pensar si son viables o no. Luego, a través de tus valores y de las circunstancias actuales definirás lo que es más factible o viable hacer.

Sigamos con el mismo ejemplo.

Ejemplo

Como comentaba antes, la persona no sabe qué decisión tomar en relación a si quedarse en su trabajo o cambiarse a otro. Entonces, indagando en sus valores personales se da cuenta de que los valores de crecer profesionalmente y el de tener buenas relaciones se están viendo afectados por su trabajo actual. Y lo que la mantiene en dicho trabajo son los beneficios económicos, de educación y de salud que le aporta a su familia.

Entonces, ¿cómo se le facilitaría tomar esa decisión?

Al analizar su situación, algunas de las opciones propuestas por esta persona fueron:

Buscar un trabajo en el que no varíe mucho el salario de su trabajo actual.
Pedirle a su pareja que retome el trabajo que tenía antes y así tener otro ingreso en el hogar.
Quedarse en su trabajo actual hasta encontrar otro igual o mejor económicamente.
Postular nuevamente a un ascenso en su trabajo.
Hablar con su jefe para ver si le puede transferir a otro departamento en donde el ambiente laboral sea mejor

4. Descarta opciones desde tus valores

En este punto es necesario acotar las opciones antes propuestas, y para ello es importante hacerlo desde los valores personales. Es decir, eliges unas opciones por sobre otras porque dichas opciones van más acorde con lo que para ti es importante o fundamental.

Esto es importante porque, tomar decisiones en base a lo que para ti es importante que esté presente en tu vida siempre te va a traer bienestar y tranquilidad.

Entonces, de esas opciones selecciona las que más fomentan tus valores o que más encajan con ellos. Puedes preguntarte, esas opciones o alternativas que has definido ¿son realmente válidas, viables? ¿están realmente alineadas con lo que para mi es importante?

Sigamos con el mismo ejemplo para que te quede más claro.

Ejemplo

Después de haber definido distintas opciones y de haberlas filtrado bien con sus valores, la persona opta por las siguientes porque están más alineadas con sus valores.

Buscar un trabajo en el que no varíe mucho el salario de su trabajo actual.
Pedirle a su pareja que retome el trabajo que tenía antes y así tener otro ingreso en el hogar.

5. Reflexiona sobre las opciones elegidas

Esta es una etapa de reflexión que puede estar muy unida con la anterior. En esta etapa es necesario que saques tus propias conclusiones acerca de lo que has ido definiendo en el paso anterior. Aquí lo importante es que reflexiones si tiene sentido para ti lo que has definido.

Puedes preguntarte:

¿Me son útiles, válidas o realistas las opciones que he elegido?
¿Qué impacto tendría en mi situación o en mi vida llevar a cabo eso?
¿Están realmente en concordancia esas opciones con lo que para mí es importante?
O, puedes preguntarte: eso que defino como importante para mí, ¿lo es realmente?

Reflexionar te va a ayudar a estar más seguro/a de lo que has definido. O, te va a ser de utilidad para revisar o redefinir los pasos anteriores porque quizás no estás del todo seguro/a.

Siguiendo con el ejemplo anterior, gracias a la reflexión la persona se da cuenta de cosas que no había considerado realmente.

Ejemplo

Después de haberlo reflexionado bien, la persona se da cuenta de que su decisión la tenía clara, lo que ocurría es que ella creía que las consecuencias de esa decisión afectarían a su familia. Es decir, ella quiere cambiar de trabajo porque está afectando a su bienestar y a sus valores, pero el trabajo es bien pagado y conseguir otro igual requeriría de tiempo.

6. Pasa a la acción

En base a todo el proceso de reflexión anterior es importante definir cuál es el siguiente paso. Es decir, qué es lo que vas a hacer o dejar de hacer.

De todo lo que has definido y descartado define cuáles van a ser los siguientes pasos. Aunque puede ser obvio que el siguiente paso sea llevar a cabo la decisión, no lo es necesariamente. Si te has tomado tu tiempo en definir tus valores y reflexionar, probablemente habrás tomado conciencia de ciertas cosas y eso puede que cambie o modifique tu decisión y tus acciones a seguir.

Es por esto que, este paso tiene que ver no solo con quedarse en la reflexión, sino también pasar a la acción y conseguir aquello que estás necesitando, ya que la conciencia sobre los valores facilita las acciones. Aquí puedes conocer cómo tus valores te pueden ayudar a superar las dificultades.

Para terminar con el ejemplo, el pasar a la acción de esta persona tiene que ver con lo siguiente.

Ejemplo

Al tener claro qué es importante para ella y considerar la forma adecuada de que eso esté presente en su vida, la persona opta por hablar con su familia. En esa conversación les comenta que se cambiará de trabajo y que las condiciones económicas y de vida cambiarán un poco, pero no drásticamente. Además, su pareja le comenta que ya está en condiciones de volver a trabajar luego de una enfermedad que tuvo, y eso significa otro ingreso en el hogar.

En conclusión

Como puedes ver, tomar decisiones desde los valores es algo muy útil y necesario, ya que estos inciden de una u otra manera en ellas. Además, tener claro tus valores personales será beneficioso en muchos otros aspectos o situaciones.