

La influencia de los valores en la toma de decisiones es algo innegable. Ten en cuenta que los valores son, básicamente, aquello que consideras importante en tu vida, y tus decisiones se verán influenciadas inevitablemente por ello.
Seas consciente o no de tus valores, de una u otra manera, tomas decisiones en base a lo que es importante para ti. Por supuesto, ser consciente de aquello que valoras influirá en que tus decisiones y acciones serán más conscientes y, por lo tanto, estarán más alineadas con aquello que te aporta bienestar y satisfacción.
Los valores en estricto rigor no son más que conceptos, pero estos están asociados a ideas, creencias y emociones, y a su vez, a vivencias personales. Es por esto que, lo que consideres que es importante que esté presente en tu vida va a tener una gran influencia en las decisiones que tomes y, esto influye en todos los aspectos de tu vida.
Los valores influyen en la toma de decisiones desde un aspecto mental, a través de tus creencias, es decir, en función del significado que le des a algo. Y, por otro lado, los valores influyen desde un aspecto emocional, a través de tus motivaciones, es decir, aquello que te impulsa, te mueve o te motiva y que conecta con tus emociones.
Los distintos aspectos que influyen en la toma de decisiones
Lo que tú valoras está en directa relación con tus creencias, motivaciones, emociones y experiencias de vida. Son estos aspectos, principalmente, los que influyen en tus decisiones. Si para ti es importante, por ejemplo, la independencia en tu vida, vas a tener unas creencias con respecto a ser independiente, vas a querer sentirte independiente, y a su vez, vas a experimentar esa independencia mediante tus acciones y experiencias de vida.
Entonces, si la independencia es algo fundamental para ti, te vas a sentir motivado, de una u otra manera, a buscar que esa independencia esté presente en tu vida. Por lo que, tus decisiones van a estar muy influenciadas por dicho valor personal, es decir, las actividades y los ambientes en los que elijas desenvolverte, las personas con las que decidas relacionarte, e incluso, el estilo de vida que lleves va a estar muy influenciado por ese valor.
Por ejemplo, si llevamos este valor personal de la independencia al ámbito familiar, probablemente en tu infancia rápidamente te habrás mostrado como un niño/a independiente, autónomo. Quizá te habrá gustado aprender, experimentar y hacer cosas por ti solo, incluso, luego eso en la adultez se puede haber traducido en cierto interés y facilidad para liderar. Por eso es útil conocer la importancia que tienen los valores en la familia.
Y, por ejemplo, si llevamos ese valor de la independencia al ámbito de la pareja, probablemente te gustará relacionarte desde esa independencia, es decir, poder hacer tus cosas, tener tu espacio, tomar tus propias decisiones y mostrar más autonomía que apego en la relación. Incluso ese valor de la independencia, inconscientemente, te puede llevar a elegir parejas que te permitan vivir esa independencia, de lo contrario, quizá te sientas “atado” o limitado en algún sentido en la relación.
Y así podríamos seguir con las distintas áreas de tu vida, viendo cómo de una u otra manera tus valores influyen en tu forma de interactuar con el entorno, y te llevan a decidirte por unas cosas por sobre otras.
Los distintos niveles que existen en la toma de decisiones
Si planteamos de forma más gráfica la manera en la que una persona interactúa e influye en su entorno, podremos ver que la influencia de los valores en la toma de decisiones no es única sino compartida.

De esta manera vemos que, de esos niveles, la identidad es el nivel más esencial e intangible. Luego vienen los valores y las creencias, y luego, las capacidades y las conductas de la persona. Y todo eso se ve reflejado de forma concreta en el entorno, a través de las acciones.
Las decisiones de una persona están influenciadas por sus valores y por sus creencias, en un primer nivel. Y en un segundo nivel, están influenciadas por las capacidades, las conductas y por el entorno. Es por esto que, las decisiones que tomas en tu vida tienen como base tu identidad (personalidad), tus valores y tus creencias, y luego estas se adecuan o se modifican según las propias capacidades, acciones y circunstancias del entorno.
Por ejemplo, una persona se plantea conseguir un ascenso en su trabajo, porque para ella es importante desarrollarse profesionalmente y cree que lo puede conseguir. Esa decisión de conseguir aquello va a estar influenciada y condicionada por sus capacidades y conductas, es decir, lo que sea capaz o no de hacer. Y además, va a estar condicionada por las circunstancias, es decir, por la situación actual en su trabajo (entorno). En este sentido, también es útil conocer la importancia de que exista coherencia entre valores personales y valores de empresa.
Si vemos la figura con atención, podemos ver que hay dos niveles principales que influyen no solo en la toma de decisiones, sino también en la manera de interactuar que tienen las personas con en el entorno.

Es decir, identidad, valores y creencias están relacionados al aspecto mental-emocional, muchas veces inconsciente en las personas. Y, por otro lado, las capacidades y los comportamientos están relacionados al aspecto conductual de las personas. Aspecto del que se suele ser más consciente, ya que es algo observable y que tiene consecuencias directas en el entorno. Ahora puedes complementar esta información con le mencionado en el artículo sobre cómo tomar una decisión desde los valores.
En conclusión
Como puedes ver los valores en la toma de decisiones tienen una influencia importante, pero no son el único factor que influye en ellas. Por lo que, tomar mejores decisiones no tiene tanto que ver con hacer o no tal cosa, sino que tiene que ver con ser más consciente de lo que hay en los niveles superiores del triángulo (identidad, valores y creencias), ya que estos influyen y condicionan los niveles inferiores.

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