Qué es el coaching educativo – Sus fundamentos y objetivos

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En términos generales, el coaching educativo es una disciplina que facilita el proceso de enseñanza y de aprendizaje para que este sea más eficiente tanto dentro como fuera del aula.

El coaching en su esencia es un proceso que facilita las condiciones para que una persona pueda resolver o conseguir algo potenciando sus propias capacidades. Y este es un proceso en el que no se le dice qué hacer a la persona, sino que se la acompaña a que descubra por sí misma nuevas opciones y soluciones.

El coaching educativo mantiene la misma base, los mismos principios del coaching pero aplicados al ámbito educacional. Es decir, el coaching educativo va más allá del acto de decir qué hacer o de transferirles una información a los alumnos. Una de las principales ventajas del coaching es que crea las condiciones necesarias para que el aprendizaje sea mucho más efectivo, enriquecedor y además potencie el desarrollo personal de los propios alumnos.

El coaching educativo se traduce en una metodología experiencial que fomenta mucho más la autorreflexión, tanto del alumno como del docente, lo cual permite desarrollar nuevos puntos de vista y encontrar nuevas opciones y soluciones. Esto genera una relación de iguales entre profesor y alumno, ya que ambos descubren y aprenden en ese proceso educativo. Esto hace mucho más partícipe al alumno y más dinámico y enriquecedor el proceso de enseñanza, ya que da mayor espacio a la creatividad y al desarrollo del potencial.

El coaching educacional ofrece finalmente una manera distinta de aprender, más centrada en las capacidades de los alumnos, sin limitar el potencial que estos tienen para aprender. Entre docente y alumnos hay más bien un “diálogo socrático”, es decir, no hay una guía o una estructura rígida a seguir, sino un proceso de reflexión y descubrimiento que facilita el aprendizaje.

Fundamentos del coaching educativo

El fundamento en el que se basa el coaching es en que las personas poseen los recursos necesarios para hacer frente a las dificultades y superarlas. Por lo tanto, tienen la capacidad de aprender y de desarrollar habilidades por sí mismas para resolver conflictos y conseguir objetivos. Y esto se extiende al coaching educativo, ya que este mantiene la base en la que se fundamenta el coaching.

En este sentido, los principios del coaching (y del coaching educativo) son: conciencia, libertad y responsabilidad.

Conciencia

Esto quiere decir que la persona tiene la capacidad de ser consciente, de darse cuenta de las cosas. Y a su vez, puede ampliar su conciencia en base a la experiencia.

Libertad

Esto hace referencia a que los seres humanos son libres en el sentido de que poseen la libertad interior de elegir cómo responder a las circunstancias. Lo cual es posible gracias a la conciencia.

Responsabilidad

Toda persona tiene la capacidad de elegir cómo responder ante las circunstancias o ante lo que ocurre en su interior y exterior. Es decir, no es alguien pasiva sino alguien que incide o influye en las circunstancias. Y esto es posible gracias al reconocimiento de los principios anteriores.

Por lo tanto, el coaching educativo reconoce y respeta estos tres principios tanto en alumnos como en docentes. Es decir, sabe que una persona tiene la capacidad de ampliar su conciencia, de decidir por sí misma y de responder de una manera adecuada ante las circunstancias.

De esta manera, el proceso de aprendizaje en las aulas no es un proceso de instrucción en el que profesor dirige a los alumnos, sino un proceso de reflexión y descubrimiento en el que el docente más bien acompaña a los alumnos en ese proceso de aprendizaje.

Objetivos del coaching educativo

En general, el objetivo del coaching educativo consiste en mejorar el sistema educacional no solo mejorando el rendimiento de los alumnos, sino fundamentalmente, potenciando las cualidades personales de éstos.

En este sentido, el coaching busca generar cambios en el medio y largo plazo, estableciendo fundamentos para el cambio de la gestión educativa. Y, en el corto plazo, aportar las herramientas para solucionar los problemas que surgen en el día a día, pero también herramientas como la rueda de la vida que fomenten un mayor autoconocimiento y conciencia de la situación escolar de cada alumno.

El enfoque predominante en la educación tradicional es enseñar de la misma manera a todos los alumnos, sin tener en cuenta sus propias habilidades, lo cual limita enormemente la creatividad y el potencial de éstos. Es por esto que, el coaching educativo no tiene como fin la enseñanza en sí, sino el desarrollo de las cualidades individuales, y así, poder mejorar el proceso de enseñanza.

Y es que, es importante no anteponer la enseñanza al potencial de aprendizaje que tiene cada alumno. Lo importante no es aprender por aprender, sino que el sistema educativo facilite el aprendizaje, y a la vez, que éste sea amigable con las cualidades de cada individuo.

Es por esto que el coaching educativo ofrece una metodología didáctica que potencie contextos de aprendizaje más asociativos y colaborativos, y no solo con el fin de mejorar la calidad educativa, sino también, potenciar el desarrollo individual.

Diferencias entre el coaching educativo y la educación tradicional

Modelo educativo tradicional

El modelo educativo clásico o tradicional está basado en un proceso de enseñanza en el que se fomenta básicamente lo racional, la memoria y competencias técnicas y curriculares. Este modelo educativo no tiene como objetivo el desarrollo del talento, sino más bien que los alumnos reciban y memoricen información de una forma pasiva.

Este modelo se ha centrado demasiado en el desarrollo de un conocimiento técnico, y ha dejado de lado la capacidad innata de las personas de aprender por sí mismas, mediante la creatividad y la reflexión. Es un modelo que podemos definir como directivo, basado en la guía, en la instrucción y en la transferencia de información.

Modelo de coaching educativo

El modelo de coaching educativo está basado en un proceso de aprender a aprender, que fomenta la autorreflexión, la motivación y el descubrimiento de valores y recursos propios. Este modelo de coaching tiene como objetivo el desarrollo del talento, el desarrollo de cualidades individuales a la vez que se lleva a cabo el proceso de aprendizaje.

El coaching educativo no deja de lado el conocimiento técnico, sino que lo integra con la capacidad de las personas de aprender por sí mismas, sin limitar la creatividad ni la autorreflexión. Es un modelo que podemos definir como no directivo, basado en el acompañamiento, en facilitar un espacio de autodescubrimiento y autoaprendizaje.

Este es un modelo que busca desarrollar competencias que la UNESCO llama las “Competencias del siglo XXI”. Y de estas competencias el coaching educativo aborda tres principales: competencias intelectuales, relacionales y emocionales.

Las diferencias principales entre el coaching educativo y el modelo tradicional de educación son:

Modelo tradicional

  • Se hace énfasis en la enseñanza
  • El profesor está más aislado y tienen un rol de instructor
  • Se utiliza una metodología unidireccional
  • Se limita la autonomía del alumno
  • Se tiende a plantear el error como fracaso
  • Enfocado en competencias curriculares
  • Orientado al centro escolar

Coaching educativo

  • Se hace énfasis en el aprendizaje
  • El profesor es un equipo docente y tienen un rol de facilitador
  • Se aplica una metodología asociativa/colaborativa
  • Se forman alumnos autónomos y responsables
  • Se plantea el error como aprendizaje
  • Enfocado en competencias curriculares e intelectuales, relacionales y emocionales
  • Orientado al entorno escolar (centro, familias, instituciones, barrio)

Rol del docente

El rol del docente en el modelo tradicional tiene mayor importancia, ya que este se plantea como el instructor que transmite su conocimiento a sus alumnos. Es decir, es quien prepara e instruye a sus alumnos según unos criterios y directrices preestablecidas.

El rol del docente en el coaching educativo tiene menos importancia, o, se equilibra la importancia entre este y los alumnos. Es decir, el profesor facilita un mayor protagonismo en sus alumnos para que se produzca un aprendizaje más asociativo y colaborativo. De esta manera, se produce un mayor flujo de información y conocimiento, donde la información o el conocimiento no está solo en el profesor, sino que se potencia entre alumnos y profesor.

El profesor se transforma más bien en un facilitador que acompaña en el proceso de aprendizaje, con lo cual los contenidos se van desarrollando y profundizando conjuntamente. A su vez, el docente también creará contextos educativos donde se trabajarán otros aspectos que van más allá de los contenidos.

Beneficios del coaching educativo

Principalmente, el coaching educativo ayuda a docentes y alumnos a mejorar su desempeño durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. A continuación, encontrarás los principales beneficios que aporta el modelo de coaching educacional.

  • Potencia la autoestima
  • Fomenta la autoconciencia, la autonomía y la responsabilidad
  • Manejo de las emociones (Ej. Ansiedad, frustración)
  • Facilita el conocimiento de fortalezas y áreas de mejora
  • Gestión del tiempo para mejorar la organización y planificación
  • Promueve el liderazgo individual
  • Mejora la relación entre el alumno y el profesor
  • Fomenta el trabajo en equipo
  • Potencia la motivación personal
  • Reduce el absentismo escolar
  • Mejora la definición y el logro de objetivos
  • Aumenta el rendimiento escolar

Si quieres conocer más sobre esto, puedes leer el artículo los beneficios del coaching educativo para profundizar más sobre lo que aporta esta disciplina a las instituciones educativas.

Cómo aplicar el coaching educativo en el ámbito educacional

El coaching educativo se puede integrar en tres niveles principales:

  • A nivel directivo: aporta las herramientas a los directivos de centros, instituciones o universidades para la gestión educativa.
  • A nivel docente: aporta la formación para que estos desarrollen sus habilidades profesionales, sus metodologías y procesos de enseñanza y mejoren el trabajo en equipo y las habilidades de comunicación.
  • A nivel de alumnos: gracias a la formación de los directivos y de los docentes, este modelo de coaching mejorará el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que tiene en cuenta que no todos aprenden ni rinden de la misma manera. De esta forma, se descubren y se potencian las habilidades individuales de cada alumno.

Un proceso adecuado para integrar o llevar el coaching al ámbito educativo sería el siguiente:

  • Formar y capacitar a directivos y docentes
  • Introducir coaches de apoyo y orientación
  • Centrarse en un área concreta (Ej. Desarrollar un área de orientación académica o mejorar relaciones en el aula o con los padres)
  • Seguimiento y supervisión

En conclusión

Para integrar adecuadamente un modelo de coaching educativo es fundamental que éste esté presente en estos tres niveles. Es decir, que se aplique de forma conjunta en dichos niveles, y no de forma aislada, ya que este modelo busca una mejora en un sentido integral, partiendo de los fundamentos educativos hasta la aplicación práctica del día a día en el aula.


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