Cómo tener más confianza en uno mismo – Una mirada más profunda

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Cuando hablamos de tener confianza en uno mismo hablamos finalmente de una sensación interior de “yo puedo” o de “soy capaz”. Dicha sensación se sustenta en los pensamientos o en las ideas que tengo sobre mí mismo, en conjunto con las experiencias de vida que he tenido.

Entonces, cuando no puedo hacer algo que consideraba que podía o que era capaz de hacer o conseguir, esa “confianza” se ve afectada. O, mejor dicho, esas ideas que tenía sobre mí cambian, y a su vez, cambia también esa sensación interior, es decir, ya no me siento tan confiado.  

¿Qué quiere decir esto?

Que tu confianza se sustenta en una base muy inestable, porque las circunstancias cambian continuamente. Por lo que, tu confianza depende de lo que ocurre y de lo que te dicen tus pensamientos que eres con respecto a eso que ocurre. Cuando basas tu confianza en cosas, en lo que puedes o no puedes hacer o en lo que tienes o no tienes, esa confianza siempre será inestable. Esto lo puedes comprobar por ti mismo. Por muy confiado que te sientas, no tardará en llegar el pensamiento a tu cabeza en el que temes perder esa confianza. Puedes leer el artículo qué es la autoconfianza en el que encontrarás una mirada más profunda sobre la confianza en sí mismo

En un mundo tan centrado en el hacer y el tener, en el desarrollo de habilidades, en los logros, en ser mejor que el otro, no es de extrañar que exista tanta falta de confianza, ya que esta se mide por lo que haces, por lo que tienes o por lo que has logrado. Es imposible estar continuamente teniendo y logrando cada vez más y más cosas, eso no solo lleva a vivir la vida desde la inseguridad, sino también desde la ansiedad, el estrés, y finalmente desde el miedo.

¿Qué causa la falta de confianza?

Las ideas y los sentimientos que tienes sobre ti mismo junto con tus comportamientos, tienen una relación directa con aquello que vives o experimentas en tu vida. Mejor dicho, no puedes separar tu estado interior, lo que piensas y sientes, de lo que vives en tu vida, está unido.

En este sentido, no es que te falte confianza, lo que ocurre es que te dejas llevar por cada pensamiento y emoción que surgen en tu interior. Y lo haces a tal punto que los conviertes en parte de tu identidad, es decir, eres esos pensamientos y emociones, por lo que, actúas acorde a ello. Entonces, al actuar acorde a ello, “haces real” esas ideas y sensaciones a través de tu entorno, de las situaciones o circunstancias que vives.

De esta manera, no solo tienes la idea y la sensación de falta de confianza sino que tienes una vivencia de ella que la confirma. Por lo tanto, esa vivencia o experiencia reafirma esas ideas, lo que conlleva a que la sensación de inseguridad sea recurrente. Aquí puedes profundizar más sobre la inseguridad, sus causas y consecuencias.

Este proceso que acabo de describir es lo que causa la falta de confianza, y es inconsciente y recurrente en la mayoría de las personas, y no se resuelve teniendo o logrando cosas, sino siendo consciente de ello. Es por esto que, la falta de confianza, en esencia, tiene que ver con el estado de consciencia de las personas, y no con lo que estas son capaces de hacer o de lograr en sus vidas. Diría que, mientras más se esfuerzan en ganar confianza o seguridad en sí mismas, en sentirse importantes o valiosas, más inestable se vuelve esa confianza o seguridad en sí mismas.

Ejercicio para aumentar la confianza en uno mismo

Este es un ejercicio para tener confianza en uno mismo, pero en el sentido de que, lo que se ejercita no es la ejecución de algo, sino tu propia toma de conciencia.

Diálogo interior

Recuperar la confianza en uno mismo consiste en recuperar la tranquilidad interior, y esto se consigue dejando de alimentar ese diálogo interior negativo. El ruido constante que hay en nuestro interior producto de los pensamientos, y la agitación constante producto de las emociones que surgen debido a los pensamientos es, el diálogo interior.

Es este ruido o agitación continua que hay en nuestro interior la que nos quita la tranquilidad, la calma. Es eso lo que nos vuelve ansiosos y temerosos, y lo que nos lleva a creer que necesitamos confianza o seguridad. Y ¿cómo buscamos habitualmente sentirnos confiados? Haciendo, teniendo o logrando cosas. Sin embargo, no son esas cosas las que nos ayudarán a recuperar la confianza en nosotros mismos, porque, como podrás notar, el problema no surge en el exterior sino en nuestro interior.

Es este diálogo el que distorsiona nuestra percepción de las cosas y nos mantiene en un estado de inseguridad, que en el fondo no es más que miedo.

Recomendación

Mi recomendación es, más que buscar aumentar la confianza en uno mismo es más útil y más simple dejar de alimentar ese diálogo interior negativo. Cuando se deja de alimentar aquello surge, naturalmente, la calma o la tranquilidad interior. Y ¿cómo lo hago? quizás te estarás preguntando. Bien, lo importante aquí es reconocer que esto no tiene que ver con “hacer algo”, sino con ser consciente, es decir, no se trata de hacer sino de ser.

En este sentido, ganar confianza en uno mismo, por sí decirlo, consiste en ser consciente de ese diálogo o discurso interior. Ser consciente de que es un patrón inconsciente que lo único que busca es más de lo mismo: inseguridad. Este patrón se alimenta de esa inseguridad y se mantiene debido ello, es decir, se alimenta de esos pensamientos o ideas de inseguridad o falta de confianza.

Una vez que eres consciente de este patrón y que puedes reconocerlo como tal, es importante no reaccionar a ello. Y esto significa que, cuando surja la inseguridad o la falta de confianza, obsérvala, siéntela. Dicho de otro modo, cuando ésta surja no la sigas, no le des lo que busca.

Dichas ideas o sensación de inseguridad lo que quiere es llevarte hacia ese estado. No la sigas. ¿Qué quiere decir esto? no pienses en ello, no la alimentes con más pensamientos, en vez de eso simplemente obsérvala, es decir, observa y siente sin catalogar ni etiquetar aquello.

Recuerda, es un patrón inconsciente y al observarlo y sentirlo lo estás haciendo consciente, por lo que cada vez te dominará menos. Puedes complementar este ejercicio con lo comentado en el artículo sobre cómo tener amor propio, y así comenzar a dejar a un lado los juicios o las valoraciones internas nocivas.

Cuando lo sigues, es decir, cuando te dejas llevar por esas ideas y emociones este patrón mental distorsiona la percepción que tienes de ti mismo y de las cosas, haciéndote creer que eres esos pensamientos o ideas.

Entonces, la inseguridad o la falta de confianza se vuelve recurrente porque no la reconoces como un patrón mental, sino como lo que “eres”. Es decir, te sientes inseguro/a constantemente porque te identificas con ello constantemente, y al hacerlo, te dejas llevar por ello. Es un hábito, y es un hábito mental que alimentas una y otra vez inconscientemente.

Situaciones cotidianas

Mi segunda recomendación es que utilices las situaciones cotidianas de tu vida para reconocer dicho hábito mental. Utiliza las situaciones de tu vida para ser más consciente y no para volverte más inconsciente. De esta forma, no solo recuperarás la confianza en ti mismo, sino la calma y la tranquilidad, que es desde donde surge la verdadera confianza.

Las razones o los motivos por los que surge la falta de confianza pueden ser infinitos, pero lo que hay de fondo de estos es siempre la tendencia a dejarse llevar por ese diálogo mental nocivo. Cada vez que experimentes algún grado de inseguridad o falta de confianza en tu día a día, obsérvalo, pon tu atención en ello, pero sin juzgar aquello.

Inicialmente, esto puede que sea difícil porque tu mente absorbe demasiado tu atención, pero mientras más observes lo que surge en tu interior sin juzgarlo o etiquetarlo, más consciente serás de ello. Es decir, más lo reconocerás como lo que es, un patrón, un hábito mental, por lo tanto, cada vez tendrá menos poder sobre ti.

El vaso con agua

Si tú tienes un vaso con agua y quieres que el agua dentro del vaso deje de moverse ¿cómo lo consigues, moviendo el vaso o dejando de moverlo?

Dejando de moverlo, ¿cierto?

Entonces, cuando surja la falta de confianza en tu día a día, cómo puedes recuperar la confianza en ti mismo ¿dejándote llevar por ese diálogo interior u observándolo?

Intuyo tu respuesta: observando ese diálogo mental. Cuando observas, aceptas y permites que eso esté ahí sin reaccionar ni entrar en conflicto con ello, por lo que, no lo alimentas, no le das fuerza.

Recuerda, la inseguridad o la falta de confianza no es producto de las circunstancias, sino producto de la percepción que se tiene de las circunstancias. Puede parecer que son las circunstancias las que “me vuelven” inseguro, pero es el cristal con el que miro esas circunstancias las que generan la falta de confianza.

En conclusión

La confianza o la autoconfianza es algo subjetivo porque está sujeta a los pensamientos, a los juicios o a las creencias personales. Y como hemos visto en este artículo, ni los pensamientos ni las circunstancias te darán una confianza duradera. Es por esto que, más que buscar tener confianza en uno mismo es más útil y simple estar en paz, tranquilo, en las distintas circunstancias de nuestra vida. Y este estado puedes comenzar a fortalecerlo al reconocer ese diálogo mental negativo y, al dejar de alimentarlo.

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