

La autoconfianza hace referencia a la confianza en sí mismo sobre las propias capacidades, habilidades y juicios. En este sentido, la autoconfianza está relacionada a la creencia de “ser capaz” de lograr lo que uno se plantea o de satisfacer necesidades personales o exigencias del entorno.
Por lo que, la autoconfianza se verá influenciada por las creencias que cada persona tenga sobre sí misma en base a sus experiencias de vida. Es decir, esa idea y sentimiento de “soy capaz” o de “yo puedo” está determinada por la percepción que cada persona tiene de sí misma en relación a lo que ha vivido en su vida.
Entonces, la autoconfianza es el convencimiento personal de que uno es capaz de conseguir objetivos, realizar con éxito una actividad o resolver una situación. Es, confiar que uno es capaz de gestionar y superar las distintas circunstancias de su vida porque confía en sus propios recursos.
Un poco de etimología sobre la palabra autoconfianza
Autoconfianza es una palabra compuesta por auto- (por sí mismo) y por confianza, que deriva del verbo confiar y esta del latín confidere, que significa “total fe”.
Sin embargo, debido a que esta es una palabra compuesta, se hace necesario analizar más detenidamente la palabra confianza como tal.
La palabra confianza deriva de confiar y sus componentes léxicos son:
- El prefijo con- (todo, junto).
- La raíz -fi del verbo fiar, del latín fidere (confiar) y este de fides.
- Y, el sufijo -anza que es equivalente a -ancia/-encia (del latín -antia/-entia) que hace referencia a “cualidad”.
Por lo tanto, la palabra confianza hace referencia a la cualidad (-antia/-entia) de tener una total (con-) fe (fidere) en algo o en alguien.
Es por esto que, la palabra autoconfianza significa “confiar en uno mismo” o “tener fe en uno mismo”.
Una mirada más profunda a la autoconfianza
La confianza es finalmente un término o un concepto que hace referencia a la fe que se tiene sobre algo o alguien. Por lo que, la autoconfianza hace referencia al conjunto de ideas o creencias que tenemos sobre nosotros mismos, principalmente, sobre nuestras capacidades.
La idea o el concepto mental que tenemos sobre quienes somos, es en lo que se basa o se sustenta lo que llamamos autoconfianza o confianza en sí mismo. Es decir, el grado de confianza de una persona tiene estrecha relación con la idea que esta tiene de sí misma.
Por ejemplo, una persona puede ser totalmente capaz de hablar en público, pero si piensa o cree que no puede hacerlo, esto se le dificultará o simplemente no lo hará.
Es por esto que, al estar basada en juicios, creencias e interpretaciones la autoconfianza tiene un alto grado de subjetividad. Y es esto a su vez, lo que la vuelve algo tan cambiante e inestable, porque se sustenta en algo que es cambiante e inestable: pensamientos, creencias, cualidades propias, logros, etcétera.
Y lo mismo ocurre por ejemplo con el amor propio, la mayoría de la gente basa este en cualidades, capacidades o en relaciones, cuando realmente no es así. Puedes conocer más al respecto en el artículo sobre qué es el amor propio.
Por lo tanto, basar la confianza en las cualidades propias, en los logros o en las posesiones es un grave error, porque los logros o las posesiones son temporales, pasajeros y, las cualidades son algo que tarde o temprano se debilitará.
Entonces, ¿en qué debemos basar la confianza?
En realidad, no se trata de basar la confianza en algo, ni siquiera se trata de un asunto de confianza o seguridad personal, se trata de un asunto de tranquilidad personal. Cuando hay una tranquilidad interior en ti, te mueves desde ese estado y no necesitas a la confianza para afrontar las circunstancias o para conseguir cosas, ¿para qué? si hay en ti una calma interior. Desde esa calma tienes la claridad para afrontar las circunstancias de una forma más efectiva y más armónica con el entorno, en vez de dejarte llevar por ellas.
La confianza entendida como un acto de demostración de las propias capacidades o de la propia valía es un arma de doble filo, porque muchas veces habrá momentos en los que no serás capaz de hacer o de conseguir determinada cosa, entonces ¿qué ocurrirá con esa confianza?
¿Qué hay detrás de la búsqueda de confianza?
Lo que se oculta detrás de esta búsqueda de confianza o seguridad personal es el miedo. Quien busca sentirse más confiado o seguro de sí mismo es porque, sin darse cuenta, se está dejando llevar por el miedo, y no está enraizado en la tranquilidad. ¿Miedo a qué? En esencia, miedo a «ser menos» que los demás en algún sentido.
Entonces, en vez de suprimir o combatir el miedo con más autoconfianza, es mucho más simple reconocer ese estado de miedo para dejar de alimentarlo. Cuando soy consciente de ese estado de temor inmediatamente dejo de alimentarlo, y este pierde poder sobre mí. Por lo que, comienza a desaparecer esa necesidad de «ser más» que los demás o ese miedo a «ser menos» que los demás. Puedes profundizar en esto leyendo el artículo sobre cómo recuperar o aumentar la confianza en uno mismo.
De esta manera, la autoconfianza surge desde la tranquilidad, como un estado natural en el que confío o en el que tengo fe en que, de una u otra manera, podré gestionar las distintas circunstancias de mi vida. Y no surge como un estado de ansiedad en el que “necesito” tener o conseguir cosas para sentirme y mostrarme fuerte, capaz y valioso ante los demás o ante mí mismo.
Diferencia entre autoconfianza y autoestima
Como mencionaba anteriormente, la confianza, y así también la autoestima, son conceptos o términos que se utilizan para definir estados mentales-emocionales. Lo cual es algo intangible y que realmente es difícil de definir de una forma clara y concreta.
Muchas veces se confunde la autoconfianza o la confianza en sí mismo con la autoestima, y aunque son términos muy relacionados no son lo mismo.
Como ya vimos anteriormente, la confianza tiene que ver con esa “total fe” que se tiene en algo o en alguien. En este sentido, la autoconfianza se refiere a la cualidad de una persona de creer (tener fe) en sus juicios y capacidades.
La autoestima, por otro lado, es la percepción y la valoración que una persona tiene de sí misma. Dicha percepción y valoración se desarrolla en función de los juicios que esta hace en base a sus propias vivencias.
Podemos decir que, la diferencia entre estas es que, la autoconfianza hace referencia a la confianza en determinadas cualidades o capacidades. Y, la autoestima es algo más global que tiene que ver con como se percibe y se valora la persona a sí misma en general. Esto involucra lo emocional-afectivo y lo social, por lo que, la autoestima es algo que incide en todos los ámbitos de la vida de la persona. Además, de esto también deriva la inseguridad, que tiene relación pero no es lo mismo, puedes conocer más en qué es la inseguridad.
Por lo tanto, la autoestima es algo que engloba a la autoconfianza, es algo más amplio y que influye en el grado de confianza que tiene una persona.
¿Cuál es la importancia de la autoconfianza?
Anteriormente, veíamos que la confianza en sí mismo está estrechamente relacionada con la identidad, es decir, con la idea que se tiene de sí mismo.
Por lo que, más allá de averiguar la importancia de la autoconfianza se trata más bien de ser consciente de la idea o la percepción que se tiene de sí mismo. Esto podríamos decir que es lo verdaderamente importante, ya que todo el sentido de confianza o seguridad personal se sustenta en ello.
Cuando tenemos una imagen negativa de nosotros mismos, inevitablemente habrá una falta de confianza en nuestras capacidades. Y esta imagen de nosotros mismos incidirá, no solo en la confianza en nuestras habilidades o talentos, sino en nuestro desarrollo en general.
Entonces, evitar albergar y alimentar constantemente una imagen negativa o pesimista sobre nosotros mejorará aquello que definimos como autoconfianza. Y además, nos permitirá hacer frente a las dificultades que se presenten en nuestra vida, en vez de quedarnos atascados en ellas, lo cual está relacionado con lo que se define como resiliencia. Puedes leer más sobre ello en el artículo qué es la resiliencia y sus características.
En este sentido, una percepción más consciente de nosotros mismos es importante para desarrollar criterios más objetivos y tomar decisiones de forma más consciente. Esto evita que nos quedemos estancados en las críticas, los errores o los fracasos.
Características de una persona con autoconfianza
Las principales características de una persona con autoconfianza son:
- Posee un sentimiento interior de valía y seguridad de sí misma.
- Está abierta a las opiniones de los demás pero no busca continuamente su aprobación.
- Está abierta a asumir riesgos o desafíos, lo cual refuerza su autoconfianza.
- Afronta los problemas o las dificultades y no los evita.
- Suele mostrarse resolutiva, resuelve las cosas con eficacia y desde la tranquilidad.
- Suele buscar nuevas responsabilidades o está dispuesta a asumirlas.
- Muestra claridad en sus decisiones y opiniones.
- Expresa sus desacuerdos de forma clara, segura y educada.
- Tiene iniciativa propia, decide o actúa sin tanta necesidad de consultar, es decir, es una persona proactiva.
- Actúa o trabaja con convicción en el cumplimiento de sus objetivos.
Encuentra más en la sección desarrollo personal.
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