Por Francisco Carabantes
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A pesar de que la autoestima está presente durante toda la vida de una persona, ya que es la percepción y valoración que esta tiene de sí, esta comienza a surgir en la niñez, durante los primeros años de la infancia.
Por lo que, en esta etapa el núcleo familiar y principalmente los padres del niño, tienen una gran influencia en la autoestima que éste va desarrollando. Es por esto que, una buena autoestima en los padres es también un factor importante para que el niño tenga unos buenos cimientos para su propia autoestima. Y para esto, es importante conocer qué es una autoestima alta.
Características de padres que fomentan una alta autoestima en sus hijos
Los padres que facilitan o fomentan en el niño una autoestima sana son aquellos que:
Crían desde el amor y el respeto
Lo fundamental para que el niño desarrolle una buena autoestima es casi evidente, y esto es, criarlo desde el amor y el respeto. Los padres se ocupan de darle los cuidados y el afecto necesario, y de demostrarle el respeto por quien es como ser humano, lo que es primordial.
Esto también se va a ver facilitado en la medida en la que los padres lo sientan por sí mismos, y también hacia su pareja.
Crían desde la aceptación
Esto hace referencia a que los padres crían al niño aceptando y fomentando la individualidad de éste y no la reprimen. Le permiten sentirse libre para desarrollarse y expresarse y así este pueda descubrirse a sí mismo, siempre dentro de un marco de ciertos límites.
Crían desde una no violencia
En el ambiente familiar no se utiliza al maltrato físico ni psicológico como una herramienta de crianza, sino una continua cercanía con el niño mediante los afectos y una comunicación abierta, honesta y clara. Esto permite que el niño sienta que puede expresar lo que le ocurre sin sentir que sus padres lo ridiculizarán, lo humillarán o lo maltratarán.
De esta manera, siente que hay confianza y cercanía con sus padres y que estos le ayudarán o apoyarán con aquello que necesite, pero sin dejar de lado ciertas normas.
Crían fomentando las capacidades no disminuyéndolas
Otro aspecto importante de aquellos padres que fomentan una buena autoestima en la infancia es que fomentan las cualidades del niño. Es decir, lo ayudan o le permiten que pueda reconocer sus capacidades, lo cual es un aspecto importante para el autoconocimiento del niño.
Esto a su vez fortalecerá su confianza, ya que se sentirá más capacitado para afrontar situaciones y conseguir lo que se plantea.
Factores que influyen en una alta autoestima en la infancia
El desarrollo de una buena autoestima en la infancia siempre va a ir de la mano del núcleo familiar en el que el niño crezca. Así, la percepción que tenga de sí mismo va a ser equilibrada y con los años venideros podrá desarrollar un fuerte sentido de confianza y autovalía.
Por lo tanto, es importante que el ambiente familiar posea o fomente las siguientes características, ya que estas favorecen el desarrollo de una alta autoestima en los niños.
Vínculos
Es importante que el niño sienta que pertenece a la familia, y para esto es necesario que perciba que es un miembro importante dentro de esta. Es decir, que se sienta aceptado, darle la atención adecuada, escucharle, preguntarle y que sienta que se valoran sus opiniones y aportes.
Por otro lado, que el vínculo con el niño tenga límites definidos y claros, que sean justos, razonables y negociables. Es decir, que el niño se sienta respetado y que la autoridad que los padres ejerzan no caiga en lo dictatorial, represivo ni punitivo pero tampoco en la indulgencia ni en la sobreprotección. De esta manera se evita en gran medida que el niño desarrolle una baja autoestima en la niñez.
Comunicación fluida
Es importante que se fomente y, que se le permita al niño tener una comunicación fluida y profunda con sus padres. Que exista un diálogo cercano y significativo en ambas direcciones, es decir, que se compartan con él distintas experiencias y que, él pueda compartir sus experiencias, deseos y expectativas también.
Seguridad
Otro aspecto importante es que el clima familiar aporte seguridad al niño, no solo en un sentido físico sino también psicológico. Es decir, que el niño se sienta seguro de poder expresar su individualidad, sus motivaciones y preocupaciones sin sentir que va a ser juzgado, menospreciado o reprimido. Un ambiente en el que la percepción de sí mismo y su valía se vea reforzada y no mermada.
Individualidad
Esto hace referencia al reconocimiento que el niño recibe sobre sus cualidades o atributos que lo diferencian de los demás.
Cuando el niño percibe continuamente que se fomentan sus cualidades esto le permitirá no solo desarrollarlas, sino también tener una buena autoestima. El poder desarrollar su individualidad y hacer las cosas a su manera le permitirá también reconocer, valorar y confiar en sus cualidades, y así se evita que desarrolle por ejemplo un complejo de inferioridad.
Poder personal
Es importante que el niño tenga las oportunidades para expresar sus capacidades y desarrollar habilidades. Que los padres le permitan el espacio de libertad apropiada y, a su vez, le transmitan la confianza de que él es capaz de afrontar dificultades y de conseguir sus objetivos.
Esto le permite reconocer su capacidad para asumir responsabilidades y su capacidad de cambiar las circunstancias de su vida.
En resumen, estos son los aspectos principales que facilitan la construcción de una buena autoestima en los niños, aunque es necesario que los padres estén atentos a su evolución. Y además, que estos se ocupen de su propio bienestar, ya que, un clima familiar amistoso y armónico siempre va a ser mejor que un clima de hostilidad.
Características de niños con alta autoestima
Producto de un buen ambiente familiar que fomenta de manera adecuada y equilibrada las cualidades y la autonomía del niño, es que éste desarrollará una perspectiva sana y equilibrada de sí mismo.
Por lo que, un niño con una autoestima alta tiende a mostrar las siguientes características:
- Confianza en sí mismo y en sus capacidades.
- Es más autónomo, responsable y con iniciativa.
- Tiene una mayor tolerancia a la frustración y sabe reconocer sus equivocaciones.
- Aprende más fluidamente porque emocionalmente se encuentra bien, a gusto.
- Suele experimentar una mayor motivación por aprender y hacer cosas nuevas.
- Expresa y reconoce con más facilidad sus emociones y sentimientos.
- Es más abierto a relacionarse y hacer amigos.
- Desarrolla fácilmente su empatía, se muestra solidario y tolerante.
- Está más dispuesto a buscar soluciones a los problemas.
- Desarrolla con más facilidad su creatividad.
En conclusión
Aunque en general, es la persona por sí misma la que finalmente va a albergar una positiva o negativa de sí misma, si es cierto que el entorno puede llegar a influir en ello en mayor o menor medida y, sobre todo, en el desarrollo de la autoestima en la infancia.
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