El coach personal es el profesional formado en coaching que se especializa en tratar los temas personales de las personas, y este puede llevar a cabo procesos de coaching tanto individuales como grupales. Y en estos procesos el coach acompaña a las personas a resolver algún problema o conseguir un determinado objetivo.
Y, si te estás preguntando ¿qué es un coach de vida?
El término “coach personal” va de la mano con el término “coach de vida” (o life coach), ya que el coach de vida es quien se centra en tratar los asuntos personales de la vida de las personas. Entonces, podemos decir que coach personal y coach de vida son finalmente lo mismo, es el coach que aborda los problemas u objetivos personales de la vida de las personas.
Qué no es un coach personal
Para tener más claro qué es un coach personal, veamos también qué no es un coach personal o coach de vida.
El coach personal no es un experto en la vida de la persona, no es quien ayuda hablando desde su experiencia ni desde un conocimiento técnico. Por lo que, el coach en la sesión no aconseja, no orienta, no da soluciones ni tampoco dice qué hacer y cómo hacer las cosas.
Es importante dejar claro que el coaching y por lo tanto, el coach personal, no es un asesor, no es un consultor, no es un orientador y no es un mentor. El coach no es un terapeuta, no es un psicólogo, y desde luego, no es un psiquiatra.
Un coach no trabaja con enfermedades ni patologías y, por lo tanto, no tiene un enfoque médico o “clínico” de la persona. Este no busca analizar su personalidad y no trabaja en base a un diagnóstico ni a un tratamiento, sino en base a un proceso de acompañamiento, orientado al desarrollo personal y no a la cura de enfermedades o trastornos.
Por tanto, las personas que recurren a un coach no son pacientes, sino clientes (o coachees). El coach de vida o personal no trabaja con personas que necesiten asesoría, consultoría u orientación sobre un tema en particular. Y tampoco trabaja con personas que estén pasando por ningún tipo de desequilibrio mental que les impida funcionar normalmente en su vida. Eso le corresponde al área de la salud, el coaching funciona en el área del desarrollo o crecimiento personal.
El coach que asesora o enseña a otros, no es realmente un coach es un asesor, un consultor o un formador.
El coaching es un proceso de ayuda que está orientado a resolver los conflictos, bloqueos o dificultades internas de las personas. Pero, esto no lo hace mediante el consejo, la asesoría, la terapia ni la orientación, sino mediante el acompañamiento. Acompañamiento que ayuda a la persona a que, por sí misma, reflexione, descubra y genere cambios en su vida.
¿Qué hace un coach personal en la sesión?
El coach es un experto en indagar y en acompañar (no dirigir) para facilitar y fomentar la toma de conciencia o el autodescubrimiento en las personas. El coach sabe donde y como indagar para que la persona descubra sus verdaderas motivaciones, para que esta por sí misma potencie sus capacidades y genere cambios en su vida en base a sus propios recursos.
Aunque lo que haga cada coach en la práctica puede variar, debido a la formación recibida y del estilo de cada coach, en general existen ciertas etapas que suelen estar presentes en todos los procesos de coaching de vida.
Conocer la situación actual
En esta etapa lo que suele hacer el coach es conocer cuál es la situación actual de la persona, cuál es su realidad, qué es lo que le ocurre. Y junto con ello, también buscará acompañar a la persona a que defina un objetivo.
Es decir, lo que hace un coach de vida en esta etapa es conocer cómo la persona ve y vive la situación en la que se encuentra, y en relación a ello, saber qué es lo que quiere conseguir.
Facilitar un cambio interior
Cuando los cambios se manifiestan como consistentes y duraderos en el exterior, esto siempre se debe a un cambio interior y, el coaching bien entendido y bien aplicado no solo genera un cambio a nivel externo, sino fundamentalmente, un cambio interior en la persona.
Por lo que, el coach en esta etapa en general busca conocer la forma que tiene la persona de ver su situación, ya que dicha forma de ver las cosas es la que finalmente le está generando el problema o conflicto. El coach trabaja con el punto de vista de la persona y no antepone sus juicios o su punto de vista sobre el de su cliente.
Es por esto que pone atención al punto de vista de la persona, ya que en base a esa narración podrá acompañarla a que, por sí misma, descubra aquellas “barreras mentales” que la están bloqueando o limitando para conseguir lo que desea. Y este cambio interior puede manifestarse de múltiples formas, pero siempre tiene relación con un cambio que amplía o profundiza la perspectiva de las cosas.
Concretar un plan de acción
Cuando la persona genera un cambio interior, que es finalmente una toma de conciencia, le es mucho más fácil identificar recursos, opciones, soluciones y tomar decisiones por sí misma, porque sabe, interiormente, qué hacer y qué es más adecuado para ella.
Por lo que, una vez que se ha producido un cambio interior en la persona que le es útil para resolver el problema o conseguir su objetivo, el coach la acompañará a que defina un plan de acción.
En esta etapa el coach personal acompaña a su cliente a que defina por sí mismo acciones concretas para conseguir su objetivo. Es decir, qué es lo que va a hacer distinto de aquí en adelante para conseguir aquello que había planteado al inicio de la sesión o del proceso de coaching.
En resumen
Este proceso de conocer la situación actual, generar algún tipo de cambio interior y definir un plan de acción representan en términos generales lo que hace un coach en un proceso de coaching personal o de vida. Todo esto mediante un proceso de acompañamiento en el que el coach mayormente presta atención, pregunta y hace devoluciones, devolviéndole a la persona su propia mirada de la situación para que esta reflexione, se cuestione y descubra.
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