El tratamiento y la mejora de la autoestima suele requerir de un cambio a nivel psicológico, emocional y conductual. En este sentido, para abordar y mejorar lo que se define como autoestima inflada es crucial la voluntad de la propia persona, y además, se requiere de un proceso que brinde a esta una mayor autoconciencia y pautas concretas que le ayuden a tener una autoestima más equilibrada.
Este cambio o mejora de la autoestima inflada no suele ser un cambio de la noche a la mañana, requiere de un enfoque multifacético que incluya introspección, desarrollo de habilidades emocionales y cambios en el comportamiento. En este artículo se brindarán algunas pautas y estrategias que servirán como orientación para iniciar ese proceso de cambio.
Tener una autoconciencia y autoevaluación más realista
Una autoconciencia y autoevaluación realista son fundamentales para abordar y mejorar una autoestima inflada, porque permiten desarrollar una percepción más equilibrada y precisa de sí mismo.
- Autoconciencia: poner mayor atención a las propias emociones, pensamientos y comportamientos, lo cual ayuda a identificar patrones mentales-emocionales que nos pueden estar dominando. Sin una mayor autoconciencia, es difícil hacer cambios significativos y sostenibles.
- Autoevaluación: evaluar las cosas en su justa medida, una autoevaluación realista ayuda a equilibrar la percepción exagerada de las propias capacidades y logros.
Desarrollar una autocrítica constructiva
Una autocrítica constructiva en conjunto con un mayor sentido de la humildad permite reconocer las propias limitaciones y aceptarlas, lo cual facilita la identificación de áreas de mejora. Esto es útil para contrarrestar la percepción exagerada de las propias habilidades que caracteriza a la autoestima inflada.
- Aceptar las limitaciones: aprender a aceptar que no siempre se puede ser el mejor en todo y que las limitaciones son parte de la condición humana.
- Reconocer los errores: aceptar los errores y fracasos y aprender de ellos.
- Evaluación objetiva: practicar una autocrítica constructiva y objetiva, sin caer en los extremos del positivismo ni de la negatividad destructiva. Reconocer tanto las fortalezas como las debilidades de una forma más equilibrada.
- Valorar las contribuciones de otros: reconocer y apreciar las habilidades y logros de los demás puede ayudar a reducir la necesidad de sentirse superior.
Mejorar las habilidades sociales
El desarrollo de habilidades sociales permite, entre otras cosas, ser capaz de reconocer las experiencias y sentimientos de los demás. Promueve un respeto mutuo que ayuda a reducir la actitud arrogante y prepotente asociada con la autoestima inflada. En este sentido, unas buenas habilidades sociales crean relaciones y ambientes más agradables y colaborativos.
- Escucha activa: ser capaz de escuchar y desarrollar interés genuino en los demás.
- Perspectiva de los demás: darse el tiempo de comprender las experiencias y sentimientos de otros para desarrollar una mayor empatía.
- Conexión y apoyo: estar más dispuesto a relacionarse, apoyar y dejarse ayudar por otros fomenta las habilidades sociales y fortalecen las relaciones interpersonales. Participar en actividades que requieran colaboración y trabajo en equipo puede ayudar a desarrollar habilidades sociales y empatía.
Desarrollar una mejor gestión emocional
Otra de las maneras de mejorar la autoestima inflada tiene que ver con el desarrollo de una mejor gestión emocional. Una buena gestión emocional no solo es útil para mantener buenas relaciones, sino también para fomentar un mayor bienestar personal. El reconocimiento y la gestión equilibrada de las emociones o sentimientos permite manejar de manera más efectiva los desafíos y fracasos inevitables que puedan surgir en la vida. De esta manera, se evita caer en comportamientos extremistas cuando se enfrentan dificultades.
- Reconocer tus propias emociones: ser consciente de tus propias emociones y cómo afectan tus interacciones con los demás.
- Expresar opiniones con respeto: comunicarse de manera clara y respetuosa, evitando actitudes defensivas o agresivas.
- Manejo del estrés: técnicas de manejo del estrés y la ansiedad, como la meditación y la atención plena, pueden ser útiles.
- Desarrollo de la resiliencia: reconocer y aceptar las dificultades para no dejarse dominar por emociones como la frustración, y tener una actitud proactiva (buscar soluciones) y adaptable para salir fortalecido de dichas situaciones.
Cultivar relaciones saludables
Es importante que las personas con autoestima inflada desarrollen y mantengan relaciones saludables o constructivas, ya que estas tienden a caer en el aislamiento debido a sus actitudes arrogantes o despectivas hacia los demás. Cultivar relaciones saludables no solo puede ayudar a reducir la soledad y el aislamiento, sino también, puede ayudar a desarrollar o potenciar otros aspectos personales.
- Empatía y comprensión: entender que todos pasan por desafíos y dificultades, y que cada persona los gestiona de la manera en que le es posible según su estado de conciencia. Tener una mente más abierta y entender que hay diferentes puntos de vista, ayuda a desarrollar más empatía y comprensión.
- Resolución de conflictos: aprender a manejar los desacuerdos o conflictos de manera más constructiva es esencial para cualquier relación, ya que ayuda a fomentar la comprensión y el compromiso.
- Límites sanos: establecer límites sanos en las relaciones para evitar la dependencia de la validación externa. Ser claro sobre los límites propios y respetar los de los demás.
- Aprender de los demás: aprender de las experiencias y habilidades de los demás, en lugar de sentir que siempre se debe demostrar superioridad.
Buscar asesoramiento profesional
Otra de las maneras de mejorar la autoestima inflada es buscar ayuda profesional. Es importante mencionar que, en estos casos un terapeuta ofrece una visión objetiva y profesional sobre la situación de la persona, algo que amigos y familiares podrían no proporcionar debido a sus vínculos emocionales.
- Patrones de pensamiento nocivos: La retroalimentación de un profesional puede ayudar a identificar patrones de pensamiento y comportamiento que la persona puede no reconocer por sí misma.
- Identificar problemas más profundos: la autoestima inflada puede ser un síntoma de problemas más profundos, como inseguridades, traumas no resueltos o trastornos de personalidad. Un terapeuta capacitado puede ayudar a identificar y abordar estas raíces profundas.
- Desarrollo de habilidades: los terapeutas pueden enseñar habilidades emocionales y de afrontamiento, como la regulación emocional, la autocompasión y la empatía, que pueden ayudar a equilibrar la autoestima.
Para terminar…
Estas pautas o estrategias orientativas permitirán ir mejorando esa autoestima inflada en la medida en que sean implementadas de manera consistente, y de ser posible, con la ayuda de un profesional. De esa manera, se podrá desarrollar una autoimagen más equilibrada y realista, lo cual mejorará el bienestar personal y las relaciones interpersonales.
Artículos que otras personas también han leído
Encuentra más en la sección de autoestima.
Gracias por compartir este artículo con otras personas