Las características de las personas con una autoestima inflada van desde la sobrevaloración de sus habilidades hasta la mala gestión de la frustración, pasando por la falta de autocrítica o la constante necesidad de admiración. En este tipo de autoestima la persona “infla” la imagen de sí misma para esconder inconscientemente su inseguridad.
Las personas con autoestima inflada presentan una serie de características que suelen ser distintivas de otros tipos de autoestima. En este artículo te guiaremos a través de estos rasgos, ilustrándolos con ejemplos para que puedas identificarlos más fácilmente. Estas son las principales características de personas con una autoestima inflada:
1. Sobreestimación de habilidades y logros
- Percepción distorsionada: Tienden a creer que sus habilidades y logros son mucho más significativos de lo que realmente son.
- Confianza excesiva en sus capacidades: Creen que pueden hacer todo lo que se plantean, sin importarles si tienen la preparación necesaria. Esto tiende a impedirles ver posibles riesgos o las consecuencias de sus acciones.
- Desdén por la mediocridad: Pueden despreciar tareas que consideran por debajo de sus capacidades, aunque no tengan fundamentación sólida para dicha percepción.
Un ejemplo de autoestima inflada en cuanto a la sobreestimación de habilidades podría ser el de un empleado con autoestima inflada puede creer que es el más competente del equipo, incluso si sus colegas tienen más experiencia o mejores resultados. Puede rechazar la ayuda de otros, insistiendo en que puede manejar todo por sí mismo.
2. Imposición y falta de autocrítica
- Imposición de sus opiniones: Estas personas siempre creen tener la razón y tratan de imponer sus opiniones, ya que consideran que su criterio es más acertado que el de los demás.
- Dificultad para aceptar errores: Les cuesta reconocer cuando cometen errores y pueden justificar sus fallos culpando a otras personas o a factores externos.
- Rechazo a la crítica constructiva: Pueden reaccionar de manera defensiva o incluso agresiva cuando se les ofrece retroalimentación.
En este caso de la falta de autocrítica, un ejemplo de autoestima inflada puede ser el de una persona a la que se le señala que su proyecto no cumple con las expectativas y se le sugieren varios cambios para mejorarlo. En lugar de aceptar la crítica constructiva, esta se pone a la defensiva manteniendo una postura de que todo está bien y no hay nada que cambiar, convencida de que su trabajo no tiene errores.
3. Necesidad constante de admiración
- Búsqueda de aprobación: Necesitan la validación continua de los demás para mantener su autoimagen.
- Necesidad de reconocimiento: Necesitan sentirse importantes y buscan constantemente elogio o reconocimiento de sus méritos, logros y/o virtudes.
- Sensibilidad al rechazo: Pueden sentirse profundamente heridos o resentidos si no reciben la atención y admiración que esperan.
Un ejemplo de autoestima inflada en relación a la necesidad de admiración puede ser el de un vendedor que constantemente habla de sus ventas y lo que ha conseguido, para buscar la admiración o el reconocimiento de sus compañeros y de sus superiores. Pero, sintiéndose ansioso si alguien obtiene mejores resultados.
4. Comparaciones constantes
- Competitividad exagerada: Se comparan continuamente con los demás. Pueden mostrar una necesidad excesiva de competir y ganar en todas las situaciones para reafirmar su superioridad, y así “inflar” su autoestima.
- Desvalorización de los demás: Pueden minimizar los logros de los demás para sentirse superiores.
En relación a las comparaciones constantes, un ejemplo de autoestima inflada puede ser el de una persona que siempre está comparándose con sus compañeros de trabajo. Por ejemplo, en lugar de celebrar los logros del grupo, esta tiende a hacer más énfasis en sus aportes a lo largo del proceso. O, cuando uno de sus colegas recibe un elogio, esta se siente mal y tiende a minimizarlo. Siempre buscando destacar sus habilidades y logros por encima de los demás.
5. Egoísmo y arrogancia
- Falta de empatía: Pueden mostrar poco interés o comprensión por los sentimientos y necesidades de los demás.
- Comportamiento despectivo: Tienden a menospreciar o subestimar a otras personas, creyendo que no están a su nivel. A menudo tratan a otros con desprecio o como si fueran inferiores.
Otro ejemplo de autoestima inflada referente al egoísmo y la arrogancia puede ser el de un estudiante universitario que constantemente menosprecia las ideas y opiniones de sus compañeros, en menor a mayor grado. Trata de imponer su punto de vista y, cuando le piden ayuda, muestra poco interés o consideración por trabajar o ayudar a los demás.
6. Dependencia externa
- Validación externa: Su autoestima depende en gran medida de la validación y el reconocimiento de los demás.
- Inseguridad oculta: A pesar de su aparente confianza, pueden tener inseguridades profundas que tratan de ocultar.
Un ejemplo de autoestima inflada en este caso puede ser el de una persona que constantemente busca validación externa para su autoestima en redes sociales, ya sea por su apariencia y estilo de vida o por un contenido determinado. Sintiéndose insegura, ansiosa o molesta cuando no recibe la atención que espera. En lugar de confiar en su propio juicio y valorarse a sí misma, depende completamente de la validación externa para sentirse bien consigo misma.
7. Comportamiento egocéntrico
- Foco en sí mismos: Suelen centrar la conversación y las actividades en ellos mismos y sus logros.
- Falta de interés genuino: Muestran poco interés por los demás, a menos que sientan que pueden obtener algún beneficio personal.
- Búsqueda del beneficio propio: Tienden a buscar su beneficio propio y a utilizar a otras personas para alcanzar sus objetivos.
Otro ejemplo que puede graficar una autoestima inflada relacionado al egocentrismo es el de una persona que tiende a monopolizar las conversaciones y las hace girar en torno a sí mismo. Por ejemplo, en una reunión de amigos constantemente interrumpe a los demás para hablar sobre sus propias experiencias y logros, sin mostrar mucho interés en lo que los demás tienen que decir. Incluso cuando el tema no tiene relación directa con él, encuentra una manera de llevar la atención de vuelta a sí mismo.
8. Poca tolerancia a la frustración
- Reacciones desproporcionadas: Pueden tener reacciones exageradas ante la frustración o el fracaso, sintiéndose atacados o injustamente tratados.
- Negación de fracasos: Ignoran o minimizan los fracasos, rehusándose a aceptarlos como parte natural del crecimiento personal.
- Negación de limitaciones: Prefieren negar la realidad de sus limitaciones o errores antes que enfrentarlos y aprender de ellos.
En cuanto a la frustración, un ejemplo de autoestima inflada puede ser el de una estudiante que se enfrenta a una mala calificación en un examen importante. En lugar de reflexionar sobre sus errores y buscar maneras de mejorar en el futuro, culpa a su profesor por ser “incompetente” o por hacer preguntas “injustas”, negándose a aceptar la responsabilidad de su propio rendimiento académico.
Estas han sido las principales características que reflejan que puede haber una autoestima inflada en una persona.
Ten en cuenta que…
Estas características no se presentan necesariamente todas a la vez, algunas personas podrán presentar unas y no otras, algunas también se pueden presentar en la persona en mayor o menor grado. Además, identificar un determinado tipo de autoestima es algo complejo, no se puede definir solo por unos comportamientos, por lo que, siempre es recomendable la ayuda de un profesional en la materia.
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