Crisis existencial: conoce en profundidad qué es y a qué se debe

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La crisis existencial es un estado de insatisfacción y de falta de realización en el que se pueden presentar profundos cuestionamientos sobre la propia existencia y la identidad. Y este estado puede ser más o menos profundo e intenso según cada persona.

La crisis existencial en sí no está vinculada a las condiciones materiales en las que se encuentra un individuo, sino a un estado interior de insatisfacción. Dicho estado suele incrementarse de forma progresiva, muchas veces sin que la persona sea consciente de ello, hasta que se agudiza y por lo tanto, surge la crisis.

Es por esto que, la crisis existencial es más bien psicológica y no material, y lo que está en crisis es la existencia y la identidad de la persona. Por lo que, se hace necesario un nivel de conciencia que permita percibir las cosas desde otra perspectiva y así retomar el equilibrio y bienestar en la vida.

Un poco de etimología sobre crisis existencial

Profundicemos un poco sobre el origen del término crisis y su relación con el concepto de crisis existencial.

La palabra crisis viene del griego krisis y este del verbo krinein que significa “separar” o “decidir”. Este término está relacionado con la palabra crítica, que significa análisis o estudio de algo para emitir un juicio. Y también está relacionado con la palabra criterio, que hace referencia a un razonamiento adecuado.

Lo que esto nos indica es que una crisis, en general, hace referencia a algo que se separa o en lo cual hay que tomar decisiones. Es decir, en una crisis algo se “rompe” (o separa) y, por lo tanto, hay que detenerse a analizarlo para tomar decisiones. En este sentido, podemos decir que una crisis es como un aviso que nos ayuda a poner la atención en aquello que requiere de nuestro análisis y reflexión, porque es necesario un cambio o un replanteamiento.

La crisis existencial, por lo tanto, hace referencia al momento en que una persona tiene que detenerse a analizar lo que está sucediendo en su vida. Y esto se traduce en un proceso de reflexión relacionado, en mayor o menor medida, con su existencia o su sentido de identidad. Puedes profundizar más en esto leyendo sobre la importancia y los beneficios del autoconocimiento.

Por lo tanto, teniendo en cuenta el origen griego de la palabra crisis, podemos entender que una crisis existencial nos indica que en la vida de una persona ocurre una “separación” o una “rotura” que corta el tránsito habitual que traía su vida. Y, por lo tanto, ésta debe detenerse a pensar, analizar o reflexionar sobre lo que ocurre, para luego tomar decisiones y “unir lo que se ha roto”, o, salir de esa crisis.

Causas de una crisis existencial

La causa de una crisis existencial siempre se encuentra en la persona, lo que causa esencialmente dicha crisis tiene que ver con el planteamiento existencial de esta. Aunque pueden existir causas externas que desencadenen una crisis existencial, la causa esencial siempre se encuentra en el individuo.

Es por esto que, no siempre se pueden encontrar cosas o hechos concretos y específicos que indiquen que han desencadenado una crisis existencial. Sin embargo, sí podemos mencionar algunas causas principales:

Estado de conciencia

Una de las causas de las crisis existenciales tiene relación con las creencias, los conceptos o los supuestos que tiene la persona sobre su vida, y cuán rígidos o inflexibles son estos.

Percepción de las cosas

Relacionado a lo anterior, esto tiene que ver con cuán objetiva es la persona en su forma de ver o percibir las cosas, ya que otra de las causas de la crisis existencial es la percepción distorsionada de las cosas.

Negatividad

Otra de las causas principales de la crisis existencial tiene que ver con la tendencia de la persona a verse a sí misma y su futuro de una forma negativa y pesimista, lo cual puede afectar no solo a su estado de ánimo sino que puede terminar afectando a lo que es el amor propio.

Estos tres aspectos están relacionados entre sí y son tres causas principales por las cuales las personas pueden caer en una crisis existencial.

Síntomas de una crisis existencial

Es importante mencionar que estos son algunos síntomas orientativos, por lo que, si experimentas alguno de ellos no significa necesariamente que estés pasando por una crisis existencial. Sin embargo, si alguno de estos síntomas son persistentes y se acrecientan en el tiempo, puede ser un indicio de crisis.

Cuestionamientos

Uno de los síntomas principales tiene que ver con los constantes cuestionamientos en los distintos ámbitos de la vida o con respecto al estilo de vida que se lleva. Cuestionamientos en lo laboral, en la pareja, personales, etcétera.

Insatisfacción

Por lo general, suele surgir una insatisfacción generalizada frente a la vida, incluso aunque las cosas marchen bien. Un estado de no estar a gusto, de no encontrarle sentido o no sentirse realizado en la vida, que puede llevar a la desmotivación o a buscar, casi compulsivamente, nuevas experiencias para llenar ese vacío.

Desmotivación y desinterés

Otro síntoma es la apatía por realizar actividades o desinterés por realizar nuevas actividades. A veces las crisis pueden pasar por desconocimiento de tus verdaderas motivaciones, por lo que te puede ser útil realizar un ejercicio para recuperar tu motivación.

Desorientación

También suele estar presente una falta de claridad o de orientación en la persona, ésta suele sentirse perdida. Muchas veces no sabe qué dirección seguir o quiere hacer cambios pero no sabe cómo o en qué sentido hacerlos, y para esto siempre es útil conocer qué es un proyecto de vida.

Consecuencias de las crisis existenciales

Aunque muchas personas puedan superar de forma positiva una crisis existencial, también puede ocurrir que existan personas que tengan mayor dificultad. Y si una persona se queda atascada en una crisis y no la resuelve de forma adecuada, sin darse cuenta esta se puede tornar en algo más peligroso. 

Una crisis existencial si no es bien resuelta se puede traducir en:

  • Desesperanza
  • Depresión
  • Adicciones
  • Ideas suicidas (en casos más extremos)

Características de una crisis existencial

Lo que caracteriza principalmente a una crisis existencial son los siguientes elementos.

Puede surgir a cualquier edad

Aunque una crisis existencial puede surgir a cualquier edad, es evidente que esta no surgirá durante la infancia. Esto porque los niños todavía no tienen una visión clara sobre la vida, la existencia o la muerte.

Por otro lado, una crisis existencial no necesariamente va a coincidir con determinadas etapas (20, 30 o 40 años) ni con determinados momentos de la vida (elegir profesión, casarse, tener hijos, etc.)

No todos experimentan una crisis existencial

Así como una crisis existencial puede surgir a cualquier edad, también en cierto que esta no les ocurre a todas las personas. Aunque en algún momento de nuestra vida, todos nos habremos cuestionado de alguna manera el sentido de nuestra vida, eso no es un indicador de estar pasando por una crisis existencial.

Tiene intensidades diferentes

Otra característica de una crisis existencial es que esta se experimenta con distinta intensidad según la persona. En algunos casos puede ir en aumento en el tiempo, en otros puede ser marcada la intensidad desde el principio. O, en otros casos incluso puede tener una gran intensidad, pero durante un breve periodo de tiempo. 

Pregunta existencial

Una de las características principales es que este tipo de crisis surge en base a una pregunta o a un cuestionamiento de carácter existencial. Este cuestionamiento puede ser más o menos profundo según la persona. En este sentido, lo que caracteriza a una crisis existencial no es el simple hecho de preguntarse algo como ¿qué sentido tiene mi vida? o ¿para qué existo? y luego continuar con tu vida. Una de las características principales es que ese cuestionamiento es continuo en la persona, hasta que ésta logra resolverlo de forma concluyente.

Por otro lado, ese cuestionamiento no tiene la finalidad de encontrar una respuesta a nivel intelectual, sino una respuesta que influye en la propia vida de la persona. Una respuesta o un entendimiento de las cosas que permite a la persona cambiar o modificar su vida.

Búsqueda de una respuesta

Al ser un cuestionamiento continuo, la persona pasa por un proceso que involucra la búsqueda de una respuesta a esa pregunta o cuestionamiento existencial. Por lo que, otro aspecto que caracteriza a este tipo de crisis es que la persona está en la búsqueda de una “respuesta interior” que le ayude a cambiar o a reorientar su vida.

Es por esto que, esa búsqueda acaba cuando es la propia persona la que encuentra esa respuesta en sí misma, y la experimenta como una toma de consciencia reveladora y tranquilizadora.

Se encuentra la respuesta

Otro elemento característico de una crisis existencial es que la persona, generalmente, suele encontrar la respuesta a esa pregunta o suele resolver su cuestionamiento existencial. Y esa resolución se suele traducir en un nuevo proyecto de vida, ya que dicho cuestionamiento no es de carácter intelectual sino vital. Es decir, la persona más que analizar, lo que busca es redefinir la trayectoria de su vida, lo cual puedes aprender a definir en el artículo sobre cómo hacer un proyecto de vida.

Desenlace positivo o negativo

Por lo general, las personas tienden a superar las crisis existenciales, ya sea porque han resuelto parcial o completamente su cuestionamiento existencial. Sin embargo, también puede ocurrir que la crisis se alargue en el tiempo ya que la persona no ha sido capaz de comprender y resolver lo que le ocurre. Esto se puede deber a distintos factores, muchos de ellos tendencias psicológicas latentes en la persona, en donde la crisis se vuelve el detonante.

Suele surgir una vez en la vida

Por lo general, una crisis existencial suele ocurrir una sola vez en la vida de la persona, y si se repite es probable que sea porque en un principio esta no se resolvió realmente.

¿Cuándo ocurren las crisis a los 20, 30, 40 o 50?

Como mencionaba anteriormente las crisis existenciales pueden ocurrir en cualquier momento de la vida de una persona y no están circunscritas a unas edades específicas. Así como pueden ocurrir a los 20, a los 30 o a los 40, también pueden surgir a los 36, 42, 45 o pasados los 50.

Por otro lado, como su nombre lo indica la crisis existencial hace referencia a asuntos que tienen que ver con la identidad y la existencia de la persona y no con temas materiales. Es por esto que, este tipo de crisis surge tanto en mujeres como en hombres que pueden ser exitosos o no, y que pueden tener pocos o amplios recursos económicos.

Crisis a los 20

En este periodo los temas que pueden provocar una crisis tienen relación con las amistades, la pareja (estar soltero) y la orientación profesional-laboral.

Crisis a los 30

Aunque se suele referir a los 30, esta puede surgir también entre los 25 y los 35 años. En este periodo la crisis puede estar relacionada con la identidad, ya que se empieza a asentar la adultez y es necesaria una mayor madurez. También pueden surgir temas relacionados con maternidad, la paternidad o temas laborales.

Crisis a los 40

En esta etapa de la vida la crisis existencial puede abarcar desde los 35 a los 45 años.

Durante este periodo se puede acentuar el cuestionamiento con respecto a lo profesional-laboral, ya que puede surgir cierta insatisfacción con lo que se hace. Y junto a esto también puede estar relacionada una crisis de identidad. La persona puede sentir que el rumbo que ha tomado su vida no es el que pensaba en su juventud o no es del todo satisfactorio.

Crisis a los 50

En esta etapa la persona comienza a poner más atención a su estado de salud, a lo que le queda por vivir, el paso del tiempo o incluso la muerte, y esto puede originar una crisis existencial.

Beneficios de una crisis existencial

Las crisis en sí no son algo malo o negativo, estas tienen el potencial de hacer más conscientes a los seres humanos. Una crisis trae consigo la posibilidad de ver las cosas y la vida con mayor profundidad, permiten trascender algo que ya no es necesario, que ya no es útil y aceptar las nuevas circunstancias.

Alguno de los beneficios que puede llegar a tener una crisis existencial son:

  • Mejor capacidad para afrontar las dificultades, una de las características de la resiliencia.
  • Mayor autonomía, autosuficiencia y conexión consigo mismo
  • Nueva forma de pensar o ver las cosas
  • Cambio de conductas y de hábitos
  • Estilo de vida más satisfactorio y enriquecedor
  • Mayor estabilidad emocional

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