Cómo aumentar la autoestima – Los factores fundamentales para mejorarla

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Aumentar la autoestima es fundamentalmente mejorar o cambiar la percepción y valoración que tenemos de nosotros mismos. Cuando hablamos de autoestima nos referimos esa percepción y valoración global que tienen las personas de sí mismas. Que se desarrolla a través de las vivencias de la vida y de la valoración (juicios de valor) que se hacen de estas vivencias.

Por lo que, la autoestima es una percepción y valoración subjetiva que tiene la persona de sí misma, es una imagen de sí que ha desarrollado a lo largo de su vida.

Es por esto que, la autoestima tiene que ver con un aspecto psicológico, cognitivo o mental, es decir, con la percepción de la persona, sus pensamientos creencias, interpretaciones. Por supuesto, ese proceso mental se va a ver luego reflejado en sus acciones y en su entorno.

Por ejemplo, por muy capaz que sea físicamente una persona de conseguir algo, si esta no se cree capaz, si no se siente segura de sí misma ni siquiera lo va a intentar, o si lo intenta, probablemente lo termine abandonando. Y esto es porque el impedimento, en esencia, no se encuentra en el exterior sino más bien en su interior, ese es el aspecto psicológico al que me refiero.

Los tres factores fundamentales para aumentar la autoestima

Mejorar o aumentar la autoestima no pasa finalmente por hacer o conseguir algo que antes no hacías o no conseguías, sino por cambiar tu visión de las cosas. Pasa por cambiar esa percepción negativa y pesimista de las cosas.

Es por esto que, los factores fundamentales para aumentar la autoestima son:

  • Diálogo interior
  • Mirada objetiva
  • Aceptación

Diálogo interior

El primer factor fundamental para aumentar la autoestima consiste en ser consciente de tu diálogo interior. Ser consciente de tu diálogo interior consiste en observar los pensamientos y las emociones en vez de dejarte arrastrar por ellos.

Y, ¿qué es observar los pensamientos y las emociones? Es reconocerlos por lo que son, no como lo que soy. Es decir, reconocerlos como ideas y sensaciones que, así como surgen desaparecen.

Observar es, literalmente, observar un pensamiento sin generar más pensamientos al respecto. Y si surge una emoción se trata de sentir la emoción sin pensar en ella, sin etiquetarla ni buscar exacerbarla, solo sentir y observar.

El motivo por el cual surge la baja autoestima, en esencia, no es por lo que ocurre en tu vida, sino por el diálogo interior que desarrollas con respecto a eso que ocurre en tu vida. Y a su vez, eso que ocurre en tu vida es producto de la percepción que tienes de ti mismo y de tu vida. Como podrás ver, es un círculo vicioso, pero cuando observas tu diálogo interior comienzas a romper ese círculo.

Ten en cuenta que ese diálogo o discurso interior puedes llevar años repitiéndotelo una y otra vez en tu mente. Y es algo tan habitual que ni siquiera te das cuenta de ello, es por esto que para dejar de fortalecerlo primero es necesario hacerlo consciente.

Mirada objetiva

El segundo factor para aumentar la autoestima consiste en desarrollar una mirada objetiva. Desarrollar una mirada objetiva de ti mismo y de las cosas consiste en no distorsionar los hechos con ideas o pensamientos negativos y pesimistas. Porque lo que hace ese diálogo interior es distorsionar los hechos, las situaciones y, a su vez, crea una imagen distorsionada de ti mismo.

Entonces, cuando reconoces ese diálogo interior, cuando reconoces los pensamientos y las emociones por lo que son y no como algo que eres, es que desarrollas una mirada objetiva o más consciente de las cosas.

Y ¿cómo puedes desarrollar una mirada más objetiva de ti mismo y de las cosas?

Centrándote en los hechos y no en los juicios, opiniones o interpretaciones. Es así de simple, aunque en un comienzo te puede resultar difícil porque estás habituado a hacer lo contrario, con el tiempo será cada vez más fácil.

Si observas detenidamente en tu día a día verás como surge ese impulso inconsciente por buscar lo negativo, ese patrón mental que busca distorsionar las cosas y volverlas conflictivas.

Entonces, una mirada objetiva consiste en observarte tal cual eres, sin un juicio crítico o castigador de por medio. Observar las cosas tal cual son, tal cual se presentan, sin tornarlas conflictivas.

De esta manera, con la práctica comienzas a reemplazar ese diálogo interior negativo por una mirada más sana, por una mirada más equilibrada que te aportará mayor claridad y tranquilidad para abordar las situaciones. Y de esta manera aumentar tu autoestima.

Aceptación

La aceptación es el tercer factor fundamental para mejorar tu autoestima, y esta a su vez es uno de los aspectos en los que se basa la autoestima. Si quieres conocer el resto, puedes leer el artículo sobre los pilares de la autoestima.

La percepción y la valoración que tienes de ti mismo aumentará consistentemente si te mueves desde un estado de aceptación en vez de moverte desde un estado de negatividad o crítica.

La aceptación consiste en aceptarte y aceptar las circunstancias tal cual se presentan. Y esto lo consigues reconociendo tu diálogo interior y desarrollando una mirada objetiva de este. Porque ese diálogo interior está basado en la autocrítica, es decir, en la falta de aceptación.

Aceptar no tiene que ver con caer en el conformismo o en la resignación de “no hay nada que pueda hacer por sentirme mejor o por mejorar mi vida”. Aceptar, tiene que ver simplemente con estar en paz, a pesar de las circunstancias, a pesar de lo que tengas o no tengas en este momento en tu vida.

La aceptación no tiene que ver con aceptar lo que otros han dicho que eres o aceptar lo que ese diálogo interior dice que eres. Tiene que ver con estar en paz internamente, y para esto es necesario que dejes de ponerte etiquetas de “soy esto” o “soy aquello”. En últimas, estas no son más que ideas en la cabeza que distorsionan la realidad y no te permiten estar en paz.

Si ponemos el ejemplo de una persona que quiere aprobar un examen y no lo logra, ese podemos decir que es el hecho. Puede aceptarlo tal cual es, y la próxima vez prepararse mejor, o, puede hacer todo un problema al respecto, criticándose, menospreciándose, agobiándose, viéndose como fracasada, inútil, etcétera. Esa es la falta de aceptación y la creación del conflicto o la infelicidad.

Cómo fortalecer la autoestima en el día a día

La base de la baja autoestima está en la tendencia inconsciente de las personas a verse a sí mismas de una forma crítica, negativa o pesimista. Y ese diálogo interior, a su vez, se mantiene producto de esos juicios y de esa negatividad.

Muchas veces no podremos cambiar las circunstancias, pero no se trata, en sí, de cambiar las cosas o de “cambiarme a mí mismo” porque no me gusto. Se trata sencillamente de aceptar las cosas tal cual se presentan, y no generar ni alimentar un conflicto o un drama interior con el que castigarte o agobiarte porque las cosas no son como te gustarían. Ese diálogo interior no aumenta tu autoestima, la disminuye.

Utiliza las situaciones cotidianas

Utiliza las situaciones cotidianas de tu vida para estar cada vez más en paz y no para ser cada vez más infeliz. Aumentar la autoestima es esencialmente dejar de fortalecer ese diálogo interior negativo, castigador o pesimista que puede existir en ti.

Utiliza la cotidianidad de tu vida para ser consciente de la manera en la que tu mente califica las cosas y lo que haces o dejas de hacer, y observa como lo transforma en un problema o en una crítica hacia lo que eres.

A lo largo del día y de la semana identifica las situaciones en las que surge esa autocrítica, esa sensación de incapacidad o esa inseguridad que te limita. Entonces, toma consciencia de que esas ideas o emociones son solo eso: una idea, una imagen o una sensación que surge y luego desaparece. Reconoce que es un patrón mental totalmente automático por el que te estás dejando llevar.

Este reconocimiento en un principio te puede costar, porque los pensamientos y las emociones todavía tienen una gran fuerza sobre ti. Lo que significa que puedes estar muy identificado con esas ideas que surgen en su mente. Es decir, crees que eres ese conjunto de ideas negativas y pesimistas, y al creerlo, te aferras a ello, lo vuelves parte de ti. Y esta creencia (o identificación) no solo le da fuerza a esos pensamientos y emociones, sino que crea y mantiene esa identidad crítica, pesimista, insegura o temerosa.

Desarrolla la observación y la aceptación

En tu día a día cada vez que seas consciente de que surge algún juicio negativo o una sensación de inseguridad o incapacidad, obsérvalo. No pienses en ello, sino que, así como un testigo obsérvalo. Si surge una emoción “negativa” o “desagradable” siéntela, quita la etiqueta de “negativa” o “desagradable”, porque eso es un pensamiento, es parte de ese diálogo interior, y solo siente aquella sensación.

Lo que surja en tu interior permítele estar ahí, al permitirle lo aceptas y no generas conflicto, no alimentes lo que sientes con más pensamientos, juicios o etiquetas mentales. Solo observa y siente aquello, entonces, pon la atención en el silencio y la tranquilidad que comienza a surgir en tu interior. Pero no busques el silencio o la tranquilidad, deja que surja naturalmente.

Cuando comienzas a ser consciente de este patrón mental lo que ocurre es que estás quitándole fuerza o poder sobre ti. Esto te permite ver las cosas de una forma más objetiva y tranquila. Entonces, las inseguridades, los temores o la sensación de incapacidad disminuyen y comienza a mejorar tu autoestima.

Aunque probablemente los pensamientos y las emociones vuelvan a surgir, no hay problema, vuelve a observarlos. Mantén ese estado de aceptación y observación el tiempo que puedas, lo importante no es el tiempo sino la frecuencia. Es decir, ser cada vez más consciente en tu día a día de ese diálogo interior, para que este cada vez te domine menos.

Esta es la base del verdadero bienestar y la tranquilidad: primero aceptar lo que es, porque ya es, y luego, si es necesaria alguna acción, se actúa.

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En conclusión

Muchas veces tu mente tomará el control con su diálogo crítico y negativo, por lo que, lo fundamental aquí es la práctica constante, aunque no es una práctica en sí. Como te habrás dado cuenta no se trata de hacer más, sino de Ser Más Consciente, lo cual es fundamental.

Probablemente esperabas un artículo con una lista de consejos con cosas para aumentar tu autoestima. Lo lamento, pero la verdad es que la solución no está en las acciones o en cambiar los comportamientos. Eso no sirve de nada si no hay un verdadero cambio en tu interior, en tu perspectiva de las cosas.

Si no haces consciente el impulso inconsciente por criticarte o desvalorizarte que alimentas día a día, lo que hagas o dejes de hacer no tendrá gran efecto, porque no habrás puesto la atención en lo primario, tu mente.

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