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Al ser la autoestima una percepción y la valoración global que el adolescente tiene de sí mismo, una baja autoestima en la adolescencia influirá en su equilibrio emocional, en su autovalía y en el desarrollo de su identidad. Además, en sus relaciones interpersonales y en su desempeño escolar.
Esta es la última etapa en la que los padres y educadores tienen una parte activa en el desarrollo de la autoestima del adolescente. Es una etapa de cambios, útil para su madurez, pero son cambios a los que este suele ser muy sensible y que le pueden provocar inestabilidad en su interior y exterior.
Si en su infancia no se fomentó una buena autoestima o si esta es más bien inestable, es probable que tenga dificultades para afrontar de forma equilibrada su adolescencia. O, puede que esta etapa la viva con excesivas dificultades o conflictos que le cueste gestionar y superar, afectando la percepción y la valoración que tenga el adolescente de sí mismo.
Por supuesto, cuando hablamos de baja autoestima no nos referimos a los típicos conflictos que puedan tener los adolescentes a nivel familiar o escolar, o, a las típicas inseguridades que estos puedan experimentar en determinadas situaciones.
Cuando hablamos de una baja autoestima en la adolescencia nos referimos a una percepción y a una valoración negativa y pesimista recurrente en el adolescente. Una percepción que va acompañada de una falta de confianza que es más bien generalizada. En este artículo puedes conocer más sobre qué es la baja autoestima y cuáles son sus causas.
Qué factores provocan una baja autoestima en la adolescencia
Los padres siempre son un aspecto importante en la autoestima de los hijos, pero a diferencia de la infancia, en la adolescencia estos no son tan determinantes. En esta etapa otros factores entran en juego y suelen tener una influencia significativa en la percepción que el adolescente desarrolla de sí mismo.
En esta etapa se suelen identificar tres factores principales que influyen en la autoestima de los adolescentes y estos son: el adolescente en sí, su autoimagen y su círculo social.
El adolescente
Esto básicamente tiene que ver con el proceso interno que tiene que llevar a cabo el adolescente de dejar de ser un niño y comenzar a ser un adulto. Esto suele generar tensión y conflictos en él, porque muchas veces no tiene referencias sobre como ir llevando este proceso y, si tiene una autoestima inestable le puede ser más difícil llevar esta etapa. Y en este aspecto la familia siempre va a ser importante.
Autoimagen
Este aspecto hace referencia principalmente el aspecto físico o a la relación que tiene el adolescente con su cuerpo físico. Además, este es uno de los pilares de la autoestima. En esta etapa, y también en la adulta (si no se lleva bien en la adolescencia), este aspecto tiende a influir significativamente en la autoestima de los adolescentes. Los cambios físicos no pasan desapercibidos y estos cambios son o no valorados por sus pares (no por sus padres), los adolescentes pueden establecer un tipo u otro de autoestima.
A diferencia de la infancia, en la adolescencia prima mucho más la aprobación de los iguales (amigos, compañeros de escuela). Este es otro aspecto que tiene bastante influencia en la autoestima del adolescente. En la adolescencia los jóvenes buscan principalmente definir su identidad y formar parte de un grupo, y el círculo social en el que de desenvuelvan tiene gran influencia en esto.
Puedes conocer más sobre estos factores o aspectos en el artículo qué factores afectan la autoestima.
Cómo detectar una baja autoestima en adolescentes
Una forma útil de saber si existe una baja autoestima en el adolescente es poner atención a su aspecto emocional y conductual. Es decir, ser consciente de cómo se siente, de la forma en la que expresa su sentir, sus emociones, y también la forma en la que se comporta y se relaciona habitualmente. Aunque también existen herramientas como la escala de autoestima que permiten evaluar la autoestima más claramente.
La forma más rápida y evidente de detectar una disminución en la autoestima es a través de las actitudes y los comportamientos del adolescente. Por ejemplo, si tiene una forma de expresarse más bien negativa y pesimista de sí mismo o su manera de relacionarse: abierta, espontánea y segura o más bien cohibida, retraída e insegura.
Por supuesto, los comportamientos son siempre un reflejo de lo que ocurre en el interior de las personas. Y es por esto que los padres deben poner atención y conocer más de cerca el mundo interior de sus hijos. De esta forma, pueden evitar o detectar a tiempo un problema de autoestima en ellos.
Es por esto que la cercanía y la confianza que exista entre padres e hijos es muy importante para detectar una baja autoestima. Y, si en la infancia no existió un vínculo fuerte o cercano, en la adolescencia puede que sea más difícil que a los hijos se abran con sus padres.
Por lo que, para detectar si existe un problema de autoestima es muy útil conocer cuáles son las causas y los síntomas de una baja autoestima.
Causas de una baja de autoestima en la adolescencia
Al igual que en la infancia, las causas de una baja autoestima en la adolescencia suelen depender de múltiples factores.
Por lo que, las principales causas de una baja autoestima en el adolescente son:
Entorno familiar
El entorno familiar es un aspecto fundamental en la autoestima de la persona, no solo en su infancia sino también en su adolescencia. Por lo que, lo que haya ocurrido en la infancia muy probablemente se arrastrará a la adolescencia.
Un entorno en el que existe un mal ambiente familiar: continuos mensajes negativos, represión, abusos, lejanía de los padres o sobreprotección, carencias afectivas, son cosas que incidirán en la autoestima del adolescente.
La propia persona
La forma de ser de la persona es un aspecto importante. Todas las personas tenemos singularidades y cualidades que nos aportan una individualidad y unas determinadas tendencias a afrontar la vida de una u otra manera.
La forma en la que el adolescente se plantea las cosas, la manera en la que interiorice las experiencias de su vida. Los juicios y criterios que desarrolle sobre su vida, son un aspecto importante en la percepción que tiene de sí mismo.
El excesivo diálogo negativo, la desvalorización constante de sí mismo, la dificultad para observarse a sí mismo y a su entorno con equilibrio u objetividad, es algo que influirá sin duda en su autoestima. Aunque esto no significa que el adolescente esté condenado a vivir de esta manera, ya que toda persona tiene la capacidad para mejorar su autoestima o fortalecerla.
Dificultades académicas
Aunque es esperable que exista un cierto grado de dificultad o de problemas a nivel escolar en los adolescentes, hay que estar atento porque si esto se vuelve habitual puede ser producto de un problema de autoestima.
No obstante, si las dificultades o los problemas se vuelven recurrentes esto puede ser no solo por el ambiente escolar en el que se encuentre el adolescente, sino también por su ambiente familiar.
Puede que en el colegio esté vivenciando algún tipo de burla, abusos, que le cueste poner límites, integrarse o que se perciba negativamente por no tener alguna dificultad para aprender. Y esto puede estar limitando el desarrollo de nuevas habilidades y recursos.
Relaciones amorosas
Las primeras relaciones amorosas son sin duda experiencias que pueden afectar la autoestima de los adolescentes. Pueden vivir de forma tan intensa estas relaciones que se puede volver tóxico para su autoestima.
La tendencia a idealizar el amor, la carencia de un criterio equilibrado y la dificultad que pueden tener para gestionar sus emociones es algo que le puede pasar la cuenta y que pueden arrastrar a su adultez.
Síntomas de baja autoestima en adolescentes
- Pesadez o malestar vago
- Estado de ánimo triste o ansioso
- Desesperanza, sensación de vacío constante
- Poco placer o motivación por las actividades
- Sentimiento de culpa, inutilidad y desamparo
- Pesimismo, enfoque derrotista
- Autodevaluación
- Poca visión de futuro
- Ideas suicidas (en casos extremos)
Consecuencias de una baja autoestima en la adolescencia
- Ansiedad
- Insomnio o trastornos en el sueño
- Inquietud, irritabilidad
- Dificultad para concentrarse y recordar
- Dificultad para comunicarse y relacionarse
- Dificultad para tomar decisiones y enfrentar las cosas
- Descuido del aseo personal
- Desatención de las obligaciones y mal rendimiento en las actividades
- Tendencia a utilizar sustancias nocivas
Características de un adolescente con baja autoestima
Es importante mencionar que la baja autoestima en la adolescencia puede presentarse de diversas maneras, sin embargo, las características más comunes son las siguientes.
Cuando existe baja autoestima, la falta de confianza es un aspecto transversal. Es decir, es una característica que va a estar presente independiente de la etapa en que se encuentre la persona.
Falta de confianza
Esta falta de confianza incide, principalmente, en que la persona se desvaloriza, desmerece sus talentos o cualidades. Se suele ver como inferior a los demás o tiene dificultades para afrontar desafíos. Esta falta de confianza no solo se ve graficada en el adolescente frágil o vulnerable, sino también en el adolescente impositivo o agresivo.
Dependencia
Otra característica es la dificultad del adolescente para actuar de forma independiente. Es decir, desarrollar una independencia de criterios, tomar sus propias decisiones y tomar las riendas de su vida.
Falta de responsabilidad
La falta de responsabilidad tiene que ver mayormente con la sensación de incapacidad que tiene el adolescente. Por lo que, tiende a evitar situaciones que le pidan asumir responsabilidades o compromisos. Y esto no solo ocurre en un sentido material, sino también consigo mismo.
Autocrítica
La autocrítica es otra característica que está presente en las distintas etapas de la vida de la persona cuando tiene baja autoestima. Y esta tiene que ver con el constante diálogo negativo que el adolescente alberga. Diálogo basado principalmente en la autoexigencia, el perfeccionismo o el menosprecio de las propias cualidades y logros.
Aislamiento
Las causas del excesivo aislamiento o el evitar el contacto social pueden ser variadas, pero generalmente se debe a inseguridades o temores como: temor a las críticas, al rechazo, al ridículo o a dificultades propias para relacionarse.
Desmotivación
Esa imagen o diálogo mental se ve reflejado emocionalmente en el adolescente y ese aspecto emocional lo que suele provocar es una desmotivación recurrente. Estado que afecta el rendimiento escolar del adolescente, lo lleva a evitar las actividades o a perder interés por estas. Lo cual se puede traducir en una falta de orientación o de rumbo en la vida.
Excesiva comparación con otros
Por supuesto, en esta continua comparación con los demás, la mayoría de las veces, el adolescente se ve a sí mismo como inferior al otro en algún sentido. Es decir, no es una comparación objetiva o sana para él o ella misma, no es una comparación en la que el adolescente pueda sacar algo constructivo de ahí, sino lo contrario.
Sensible a la crítica
Al tener una percepción más bien negativa de sí mismo, el adolescente se vuelve hipersensible a los comentarios u opiniones de otros, viéndolos más como una crítica o un ataque a su persona. Esta característica no solo lo puede llevar a actuar de una forma sumisa o cohibida, sino que puede reaccionar de una forma agresiva o violenta.
Baja tolerancia a la frustración
Este aspecto tiene que ver básicamente con las expectativas o las altas expectativas que puede tener el adolescente, que cuando no cumple con ellas se frustra, por un lado, por la autoexigencia y autocrítica que tiene. Y por otro lado, por la poca confianza que tiene en sus capacidades, en poder encontrar soluciones o salir adelante.
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