Descubre cómo superar el complejo de inferioridad

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El complejo de inferioridad tiene que ver con la sensación de ser menos o inferior a los demás en algún sentido, y dicho sentimiento es generado por los pensamientos. Pensamientos o ideas de: “soy menos”, “soy inferior” o “soy incapaz” de ser o conseguir tal cosa. Puedes profundizar más al respecto en el artículo sobre qué es el complejo de inferioridad.

Este tipo de ideas o de percepción sobre uno mismo está presente en la mayoría de las personas, pero cuando hablamos de un complejo de inferioridad dichas ideas y sentimientos se exacerban y agudizan. Absorben gran parte de la atención de una persona, y es esto lo que los mantiene y los fortalece.

Por lo tanto, esa percepción y sensación negativa, pesimista, lleva a una inseguridad generalizada que suele limitar mucho a una persona. Y la limita, fundamentalmente, porque es la propia persona la que alimenta continuamente aquello sin darse cuenta. Y esto puede terminar afectando distintas ámbitos de la vida como por ejemplo, puede generar una baja autoestima que afecta tu relación de pareja.

Entonces, superar el complejo de inferioridad no consiste en llevar a cabo un esfuerzo por “igualarse con los demás” o “ser superior a los demás”. Este consiste en hacer consciente ese patrón mental inconsciente por el cual te dejas llevar.

El complejo de inferioridad no es más que otro concepto para hacer referencia al impulso inconsciente en las personas por sufrir. La inseguridad, la ansiedad, el temor, la agresividad, la negatividad son finalmente un estado de sufrimiento. Y es un estado en el que la gran mayoría de personas contribuye a que se mantenga en este mundo. Y esto no es solo porque lo inculquen en otros, sino porque lo alimentan inconscientemente en su interior.

Consejos para superar el complejo de inferioridad

Superar un complejo de inferioridad no es algo que se resuelva de la noche a la mañana, sobre todo si ha estado presente en la persona por años. Por lo que, hay que tener en cuenta que puede presentar cierta dificultad dejar atrás ese sentimiento de inferioridad, porque es un hábito que se ha fortalecido con el tiempo.

A continuación, encontrarás tres consejos que son fundamentales para comenzar a superar dicho sentimiento de inferioridad.

No busques sentirte confiado

Aunque usualmente se suele decir que ante un sentimiento de inferioridad hay que fortalecer la confianza haciendo determinadas cosas. En vez de ello, intenta, cada vez que seas consciente, estar a gusto o estar en paz en este momento, independiente de las circunstancias. Esto es mucho más poderoso y duradero que la confianza que surge de hacer tal cosa o de tener determinado logro en la vida.

Creer que algo te va a dar confianza o seguridad en la vida es una creencia que se puede volver muy peligrosa, que incluso puede tener el efecto contrario. Y de hecho lo tiene, porque las circunstancias son muy cambiantes e inestables. Lo que hoy te aporta confianza o seguridad mañana probablemente no lo hará.

Por lo tanto, no busques hacer o lograr determinadas cosas o ser mejor que alguien para sentirte confiado y seguro, y así superar dicha inferioridad. Eso lo único que puede aportarte es una confianza momentánea, mientras más busques sentirte confiado más esquiva se vuelve esta seguridad, porque al buscarla asumes que no la tienes.

Realiza tus actividades, vive tu vida desde un estado de tranquilidad, de serenidad y no desde un estado de comparación o de ansiedad por ser igual o mejor que los demás, esto mantiene la inseguridad. El miedo o la inseguridad lo único que trae consigo es más de lo mismo.

Para superar el complejo de inferioridad cambia el hábito de alimentar la inseguridad y la negatividad por el hábito de alimentar la tranquilidad. Cada vez que seas consciente, haz espacio para que surja la paz en tu interior, o, acepta las cosas tal cual se presentan, esto comenzará a dar cabida a un mayor estado de paz.

Acepta las cosas tal cual se presentan

Y, ¿cómo puedo dar cabida a un estado de paz o de tranquilidad interior?

Lo fundamental es la aceptación. Cuando te mueves desde un estado de aceptación no entras en conflicto con las cosas, no tienes un “conflicto contigo mismo”. La aceptación no impide que puedas desarrollarte o hacer actividades, la aceptación solo implica aceptar lo que es, no entrar en conflicto con ello, simplemente, porque ya es.

Aceptar la vida tal cual se presenta en este momento es moverse desde un estado de aceptación, es así de simple. Entonces, aceptar lo que eres o quien eres no consiste en aceptar unas determinadas cualidades o resignarte a ellas, consiste simplemente en aceptar las circunstancias del momento. Cuando aceptas, cesan las críticas, cesan las ideas de bueno o malo, superior o inferior, y cuando esto cesa surge la verdadera tranquilidad y alegría. ¿Por qué? porque no se transforman las circunstancias en un problema, en un conflicto.

¿Qué crees que ocurrirá en ti cuando no alimentes el conflicto o la negatividad?

Si no hay conflicto en ti, ¿qué es lo que queda?

Paz, tranquilidad y alegría interior.

Cuando tú no transformas la vida en un problema ésta deja de serlo para ti. Si observas con atención verás que la vida no es algo problemático o conflictivo, lo problemático o conflictivo está en la forma de percibir y de relacionarse con la vida. Es por esto que las circunstancias en sí no son problemáticas, son lo que son. Es tu mente la que vuelve algo problemático, porque no acepta las cosas tal cual se presentan, y lo mismo ocurre con la percepción de ti mismo.

El sentimiento de inferioridad es un estado de no aceptación, es la idea inconsciente de que “debería ser” de otra manera, y como debería ser de una manera distinta de la que soy en este momento, me siento mal, creo un conflicto, no acepto lo que “soy” y, por lo tanto, sufro. Y así como ocurre con el complejo de inferioridad, también ocurre algo similar con el complejo de superioridad.

Sé consciente de tu diálogo interior

Entonces, superar el complejo de inferioridad implica dejar de compararse, dejar de buscar ser mejor que otros y aceptar las circunstancias tal cual son en este momento. Y esto a su vez es posible siendo consciente de tu diálogo interior. 

El diálogo interior es ese diálogo mental basado en pensamientos y emociones que lo único que buscan es absorber tu atención y llevarla hacia la negatividad, el conflicto o el miedo. Y para superar el complejo de inferioridad es necesario comenzar a ser consciente de esto.

La historia que te cuentas una y otra vez en tu cabeza es una percepción distorsionada y sesgada de las cosas, no es una verdad absoluta. Podemos decir que es, sencillamente, una idea junto a un sentimiento de inferioridad, es esto lo que te lleva a relacionarte con tu entorno de esa manera. Sin embargo, como mencionaba, es una idea, un sentimiento que se ha fortalecido y se ha vuelto recurrente, pero que no deja ser más que una idea, una imagen mental.

Entonces, cuando seas consciente de que aparece esa imagen mental de inferioridad en tu día a día, obsérvala sin juzgarla. Observar sin juzgar, sin catalogar es una práctica que puede ser muy transformadora si la llevas a cabo continuamente.

Al observar esa idea y sensación de inferioridad estás reconociéndola por lo que es (pensamientos y emociones) y no por lo que eres. Es precisamente el creer que eres cada pensamiento y emoción que surge en tu interior lo que te lleva a ser dominado por ello. Entonces, para disminuir la fuerza que tienen los pensamientos y los emociones sobre ti, es necesario observarlos sin juzgarlos.

En conclusión

Independiente de que seas un hombre o mujer adulto que se sienta inseguro o que estés pasando por una baja autoestima en la adolescencia, esta simple práctica mencionada anteriormente será igual de útil en si lleva a cabo de forma constante.

Observar y sentir el sentimiento de inferioridad sin juzgarlo, es lo que permite realmente superar ese complejo de inferioridad, y no quedarse atascado en él. Cuando tú le das tu atención a algo, pensando una y otra vez en ello, no lo estás superando sino fortaleciendo. Entonces, observar y sentir sin juzgar es la clave.


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