El complejo de superioridad es un mecanismo psicológico con el cual una persona intenta compensar, inconscientemente, su sentimiento de inferioridad.
Por lo tanto, el complejo de superioridad es un mecanismo de defensa inconsciente con el que una persona trata de ocultar su sentimiento de inferioridad resaltando o exacerbando sus cualidades para sentirse y mostrarse superior en algún sentido.
Es por esto que la persona adopta actitudes de arrogancia o prepotencia en las que continuamente intenta demostrar su superioridad o hacer sentir inferior a los demás. En este sentido, en el complejo de superioridad se aparenta una gran confianza, pero en el fondo la persona se siente insegura e inferior a otros.
Un poco de etimología sobre el complejo de superioridad
Profundicemos un poco más sobre el concepto de complejo de superioridad.
La palabra “complejo” viene de complexo y ésta del latín complexus, que hace referencia a: abarcar, rodear, enlazar completamente. De esta manera, complejo se refiere a algo de estructura complicada y muy bien trenzada y entrelazada.
La palabra “superioridad” viene del latín superioritas y significa “cualidad de ser mejor”. Sus componentes léxicos son: super (sobre, encima), -ior (sufijo comparativo), más el sufijo -dad (cualidad).
De esta manera, y en términos psicológicos, el concepto de complejo de superioridad se refiere a la cualidad de una persona de situarse por encima de otros. Y, teniendo en cuenta la etimología del concepto de complejo de superioridad podemos ver que este hace referencia a una fuerte tendencia de la persona a compararse. Y esa comparación consiste en la “cualidad de situarse por encima de los demás” o de “ser mejor que los demás”.
La psicología y el complejo de superioridad
Tanto el concepto de complejo de inferioridad como el de superioridad son términos acuñados o introducidos en el campo de la psicología en 1907 por Alfred Adler.
Alfred Adler fue un psicoanalista y terapeuta austriaco discípulo de Sigmund Freud hasta 1911, quien luego funda la escuela de psicología individual. A diferencia de Freud, Adler desarrolló una doctrina más optimista que la freudiana.
Adler afirmaba que todos tenemos un sentimiento de inferioridad, pero que no es un trastorno en sí, sino un estímulo que nos lleva a desarrollarnos. Si embargo, el complejo se convierte en una patología solo cuando dicha sensación abruma o sofoca, en vez de estimularnos a desarrollarnos.
Por otro lado, Adler mencionaba que muchos son los factores que pueden desencadenar un complejo de superioridad o de inferioridad. Sin embargo, uno de los factores que genera un complejo suele ser la educación que entregan los padres. Y en este sentido, hacía referencia a tres tipos de educación: una educación muy autoritaria, una educación demasiado consentidora y una educación sobreprotectora.
Similitudes entre complejo de superioridad e inferioridad
Ambos complejos están relacionados, ya que, la principal similitud entre estos es que ambos comparten la misma causa, el mismo origen. En este artículo puedes conocer más sobre qué es el complejo de inferioridad y cómo se manifiesta.
La diferencia es que en el complejo de superioridad existe un mecanismo de compensación para disminuir el sentimiento de inferioridad. Y esto lleva a la persona a resaltar las cualidades o capacidades que ella percibe como especiales o extraordinarias en sí misma. De esta manera, compensa el sentimiento de inferioridad exacerbando dichas cualidades, y así poder mostrarse superior a los demás.
Así como las personas pueden desarrollar distintos tipos de autoestima, también pueden desarrollar un complejo de inferioridad o superioridad, aunque ambos complejos también pueden estar presentes en la misma persona. Es decir, que en determinados momentos la persona puede mostrar este sentimiento de inferioridad y en otros puede expresar un sentimiento de superioridad.
Por lo tanto, la base en la que se sustentan ambos complejos es la inseguridad que lleva a la percepción de inferioridad. De esta manera, podemos decir que el complejo de inferioridad es la base en la que se construye o se sustenta el complejo de superioridad.
¿Qué causa el complejo de superioridad?
La causa principal de este complejo se encuentra en aquellas experiencias de menosprecio sufridas en edades tempranas. Es en la infancia y/o en la adolescencia donde se origina este complejo debido a experiencias de menosprecio, de menoscabo, de no reconocimiento de las propias capacidades o de bullying.
En este sentido, lo que causa el complejo de superioridad es la necesidad inconsciente de la persona por ocultar o compensar su percepción y sentimiento de inferioridad. Una persona que se siente inferior a otros es porque se percibe a sí misma de dicha manera, por lo que, como mecanismo de defensa intenta contrarrestar aquello.
Las causas más frecuentes que pueden llevar a la persona a desarrollar un complejo de superioridad son las siguientes.
Críticas, burlas, rechazos o humillaciones recurrentes
El complejo de superioridad puede desarrollarse también debido a constantes críticas, rechazos o humillaciones sufridas en la infancia o la adolescencia, y esto tiende a afectar a lo que se denomina autoafirmación, el cual es uno de los pilares de la autoestima. Por lo que, para ocultar esta carencia o sentimiento de inferioridad la persona termina desarrollando un complejo de superioridad como una “máscara”.
Falta de cariño y apoyo por parte de los padres
La relación afectiva con los padres es sin duda un factor que suele ser causante de un complejo de superioridad. Este complejo suele tener de fondo el sufrimiento por el menosprecio o la falta de cariño y apoyo de los padres hacia los hijos.
Padres acomplejados
Los propios complejos de los padres también pueden incidir en la autoestima y en la personalidad del niño. Es decir, si los padres no tienen una autoestima alta o sana, y tienen un grado importante de miedos o conflictos no resueltos, será difícil que el niño no se vea influido por ello. Por lo que, es probable que éste aprenda a relacionarse con su entorno desde los mismos complejos que tienen sus padres.
Educación demasiado estricta
Otra de las causas de un complejo de superioridad suele ser debido a la educación recibida, tanto familiar como escolar en la que se exige y se critican demasiado los errores o los fallos. Esto puede provocar en el niño inseguridad en sí mismo, ya que no percibe que se refuercen realmente sus cualidades, sino que siente que no está a la altura de las circunstancias.
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¿Cuáles son los síntomas del complejo de superioridad?
Como se mencionaba anteriormente, lo que se oculta de fondo en un complejo de superioridad es una percepción y sensación de inseguridad e inferioridad. Entonces, teniendo en cuenta esto, los síntomas más frecuentes que suele experimentar una persona con este tipo de complejo son los siguientes:
- Sobre valora sus criterios, opiniones y cualidades.
- Cree que siempre tiene la razón.
- Necesita llamar la atención y mostrarse superior en algún sentido.
- Se siente ofendida y criticada con facilidad.
- Suele creer que los demás le tienen envidia.
- Tiende a aislarse por no llevarse bien con los demás.
- Necesita el refuerzo constante de sus cualidades o aptitudes.
- Le cuesta asumir sus errores, por lo que le cuesta responsabilizarse.
Es importante mencionar que no siempre que una persona se comporte con arrogancia, prepotencia o autoritarismo significa que tiene un complejo de superioridad. No hay que confundir este tipo de complejo con otras formas de arrogancia.
Un complejo de superioridad tiene su origen en algún tipo de menosprecio o menoscabo experimentado en la infancia y/o en la adolescencia. Y las personas que son arrogantes, autoritarias o prepotentes no necesariamente han padecido este tipo de experiencias.
Características de una persona con sentimiento de superioridad
A continuación, encontrarás las principales características de una persona con complejo de inferioridad.
Tendencia a rechazar las opiniones de los demás
Al sobrevalorar sus criterios y opiniones muchas veces considera inferiores y rechaza las opiniones o puntos de vista de los demás, aunque tengan fundamentos claros.
Desprecio hacia los demás
Este sentimiento de superioridad lleva a la persona a mostrar una actitud de desprecio hacia los demás. Tratan a los demás como si fueran inferiores para demostrarse finalmente a sí mismos que son superiores. Dicho desprecio y actitud despectiva hacia otros es finalmente un reflejo de la percepción despectiva que tiene de sí misma.
Pedante y soberbia
Se puede mostrar bastante engreída, arrogante, centrada en sí misma, histriónica y teatral en sus emociones. Se suele expresar con ironía y burla hacia los demás, y en ciertas ocasiones pueden llegar a tener actitudes agresivas.
Busca imponer su opinión
No suele considerar o respetar la opinión de los demás y, de una u otra manera busca imponer su punto de vista. Logre o no logre imponer su opinión, tiende a menudo a hacer ver como inferior el punto de vista, la opinión o el conocimiento de otros o a desacreditarlo.
Búsqueda de admiración
Así como siente la necesidad de reforzar sus cualidades constantemente, también busca la admiración de los demás por medio de alardear o señalar lo que tiene o ha logrado.
Culpa a otros o a las circunstancias
Cuando se equivocan o cometen un error no se disculpan o les cuesta mucho hacerlo. Por lo general, no reconocen que se hayan equivocado, por lo que tienden a culpar a otros o a las circunstancias.
En conclusión
Esta necesidad de alardear sobre sus capacidades o de mostrarse superiores también esconde muchas veces sentimientos de frustración que la persona no ha podido superar. Es por esto también que exageran o necesitan exhibir constantemente sus cualidades, para esconder esa rabia hacia sí mismos.
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