Las emociones negativas hacen referencia a estados emocionales displacenteros o desagradables, pero que tienen una función adaptativa ligada a la seguridad y a la supervivencia. Por lo que, más allá del concepto de “negativo”, estas emociones son un aspecto natural en los seres humanos y cumplen un rol fundamental en nuestro desarrollo.
Aunque han sido ampliamente estudiadas, las emociones negativas siempre han sido vistas con cierto recelo o con cierta tendencia a ser evitadas, y a menudo malentendidas. En este artículo veremos en profundidad qué son, cuáles son y qué función cumplen en el desarrollo de las personas.
Qué son las emociones negativas
Las emociones negativas hacen referencia a una respuesta fisiológica (del organismo) ante un estímulo, y que altera negativamente el estado interior de una persona. Es decir, son estados emocionales displacenteros que representan una alerta ante estímulos que pueden ser perjudiciales o dañinos.
En su definición, se las denomina emociones negativas porque son estados emocionales que se experimentan como algo desagradable. Esto no tiene que ver con que sean emociones “malas” o que no deberían surgir o expresarse, ya que estas tienen una función adaptativa que permite al individuo afrontar las circunstancias que surgen en su entorno.
Por lo tanto, las emociones negativas son una respuesta desagradable o displacentera ante un estímulo determinado, las cuales permiten adaptarse o resolver una determinada situación que puede ser desfavorable o amenazante para la persona.
Hay que mencionar que, las emociones negativas no son perjudiciales para el organismo ni el comportamiento cuando son experimentadas en baja intensidad y por breves periodos de tiempo.
¿Para qué sirven las emociones negativas?
Así como las emociones positivas tienen una función expansiva, de crecimiento personal y conexión social, las emociones negativas complementan la función de las emociones positivas. Las emociones negativas tienen una función de supervivencia y seguridad, ya que permiten al ser humano establecer límites y reconocer los peligros que atentan contra su supervivencia.
A diferencia de estados emocionales positivos que, tienden a solucionar aspectos relativos al desarrollo personal y social, las emociones negativas sirven para abordar, adaptarse o resolver problemas de supervivencia inmediata.
Las emociones negativas tienden a estar relacionadas a respuestas específicas, por ejemplo, su función y utilidad se puede ver reflejada en el miedo, que suele preparar al individuo para la huida, o, la ira que lo prepara para el ataque.
Según las distintas teorías psicológicas, podemos decir que la función de las principales emociones negativas son las siguientes:
- Miedo: Este tiene un propósito evolutivo fundamental en asegurar la supervivencia, ya que permite a los individuos reconocer y responder a las amenazas que surgen en su entorno. Esta emoción prepara al cuerpo para la acción, lo que puede incluir la huida o la lucha para evitar el peligro.
- Ira: Una de las funciones principales de la ira o la rabia es la de autoprotección ante ofensas, maltratos o injusticas. Permite movilizar recursos personales para defenderse y establecer límites, es una emoción totalmente normal ante una frustración o algo que nos daña, no enfada mucho, nos provoca malestar y nos orienta al ataque.
- Tristeza: La tristeza tiene como una de sus funciones principales la necesidad de retraimiento para reflexionar y/o procesar una determinada situación. Además de la obtención de apoyo, empatía y consuelo por parte de los demás.
- Asco: Una de las funciones principales de la emoción del asco es la de evitar o rechazar un estímulo que pone en peligro nuestra salud.
Hay que mencionar que, si bien las emociones negativas tienen funciones útiles o adaptativas, estas se pueden volver desadaptativas si no se gestionan de manera equilibrada.
Cuáles son las emociones negativas (Ejemplos)
Aquí encontrarás una lista con ejemplos con las principales emociones negativas:
- Tristeza: Sentimiento de pesar, melancolía o desánimo.
- Enojo: Irritación, rabia o furia hacia alguien o algo.
- Miedo: Sensación de amenaza o peligro inminente.
- Ansiedad: Preocupación excesiva o nerviosismo.
- Depresión: Sentimiento de desesperanza, desinterés y baja energía.
- Culpa: Remordimiento o sentirse responsable de algo negativo.
- Vergüenza: Sentimiento de humillación o inadecuación.
- Frustración: Sensación de impotencia ante la incapacidad de lograr algo.
- Celos: Envidia o resentimiento hacia alguien por sus logros o posesiones.
- Desesperación: Sentimiento de desesperanza extrema.
- Angustia: sensación de ansiedad, miedo o malestar profundo y difuso.
- Asco: sensación de rechazo acompañada de una especie de tensión o sensación similar a las náuseas.
- Envidia: sensación de resentimiento o de deseo de poseer lo que otro tiene, acompañada de sentimientos de inferioridad, descontento y/u hostilidad.
Ten en cuenta que, en cuanto a la clasificación o a los tipos de emociones negativas no existe un acuerdo unánime, esto varía según el autor y la teoría psicológica desde la cual se las aborde. Pero, este es un listado con las emociones negativas más aceptadas y reconocidas como tal.
Libros que te pueden interesar
Artículos que otras personas también han leído
Encuentra más en la sección de emociones.
Gracias por compartir este artículo con otras personas